Infidelidades

George P. Murdock recopiló 862 sociedades en su Atlas etnográfico. De ellas, el 80% son polígamas

En mi consulta veo frecuentemente problemas de pareja, originados por la infidelidad. Problemas que en muchas ocasiones destrozan esas relaciones, y de paso las familias. los sociólogos Philip Blumstein y Pepper Schwartz, en su libro American Couples, estimaron que por lo menos el 21% de mujeres y el 37% de hombres había tenido una aventura extramarital en diez años de matrimonio. Como vemos pues, lo que entendemos por infidelidad, es bastante frecuente. Y es frecuente, porque en realidad según los datos antropológicos, la monogamia no es un estado universal en el ser humano. George Peter Murdock, recopiló 862 sociedades en su conocido Atlas etnográfico, y de esas sociedades, el 80%, son polígamas. Aunque realmente, en el día de hoy la mayor parte de los habitantes de este planeta son monógamos, ya que nuestra cultura, monógama, se ha impuesto a otras muchas culturas.

Y en otras sociedades, que se consideran monógamas, la fidelidad marital no es un valor. Cuando hice el mi estudio antropológico de campo en las islas de la Micronesia, en las noches de aquellas lejanas islas, los hombres, casados y solteros, salían todas las noches con unos palos tallados de forma diferente, "los palos del amor", que introducían en las cabañas en las que estaban las mujeres, solteras y casadas -si éstas no tienen visita oficial del marido-, esperando ser admitidos por ellas. Si les apetecía el dueño del palo, les dejaban pasar a la cabaña, y si no les devolvían el palo del amor, y ellos probaban suerte en otras cabañas.

Y hay que decir que entre nosotros, una relación extramarital, no siempre ha de ser sinónimo de desamor o de problema de pareja, aunque otras veces sí. Y esto es algo que hay que diferenciar claramente, porque unas veces la infidelidad significa un problema sin solución para la pareja, y otras veces, la reparación y la reconciliación tienen posibilidades, con las dificultades propias de una cultura celotípica, como la nuestra, y a veces con la ayuda de un profesional.

La infidelidad de hecho, ya hemos visto que es más frecuente de lo que pensamos, en nuestra sociedad. Pero la de deseo o pensamiento, lo es mucho más. Si cada vez que se produjera este tipo de infidelidad, significase un grave problema para la pareja, no quedaría títere con cabeza.

Somos monógamos, porque la cultura a la que pertenecemos, es así. Y adaptarse a esa cultura, a veces tiene costes. La fidelidad es una exigencia ante un compromiso, que a veces se rompe, y no siempre ha de significar una ruptura definitiva.

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