Utopías posibles

Instrumentales sí, pero de verdad

Conocer exactamente la sintaxis de cada frase, no creo que sea del todo útil para otra cosa que no sea la propia lengua

Una profesora de lengua me dijo un día que "el análisis morfológico y sintáctico parece que no, pero desarrolla el cerebro". Mi respuesta fue: "claro que sí, como también hacer sudokus, por ejemplo". Es curioso cómo, reforma tras reforma, se incrementan las horas de las materias instrumentales (matemáticas, lengua e inglés). Estas asignaturas son consideradas por el sistema y por la ciudadanía como "las más importantes" porque son la puerta de acceso al resto del conocimiento. Sin comprender lo que leemos,no podemos desenvolvernos ni siquiera en ciencias, tanto menos en la vida cotidiana o en las ciencias sociales. Sin unas pautas mínimas en cuanto a algoritmos, cálculo, razonamiento lógico o geometría, la vida se nos complica. Y el inglés no es sino otra lengua más, con una importancia crucial en el mundo en que vivimos.

Dice el diccionario que un instrumento es una "cosa o persona de que alguien se sirve para hacer algo o conseguir un fin". Por tanto, la gran aportación de estas asignaturas no está en su propio campo de conocimiento, sino en la medida en que ayuden a acceder a otros ámbitos, "hacer algo" en la vida cotidiana, o conseguir otra finalidad. Conocer exactamente la sintaxis de cada frase, no creo que sea del todo útil para otra cosa que no sea la propia lengua. Describir las características del barroco literario, o medir versos de arte menor, tampoco. Hacer listas interminables de divisiones, fracciones o ecuaciones, solo desgasta y hace que odiemos las matemáticas. Rellenar recuadros en blanco de frases en inglés puede ser divertido y útil… las diez primeras veces.

Las materias instrumentales solo lo son si la metodología de aula permite que lo sean: actividades como expresarse oralmente o por escrito, buscar y comprender la información, organizarla, transmitirla, hacer lecturas críticas, utilizar las nuevas (o antiguas) tecnologías para ello, buscar las matemáticas en todo lo que nos rodea (ya sea de un modo más abstracto o más concreto), aplicarlas a la vida cotidiana, comunicarse en un idioma extranjero… Todo eso sí es instrumental. Aumentar horas en matemáticas y lengua no significa nada en sí mismo, incluso puede ser contraproducente. Esta medida solo tendrá éxito si hay un cambio metodológico real... y ya otro día hablamos de que "no solo de instrumentales vive el hombre", y de que no estaría mal fomentar las artes y la creatividad.

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