Presionados por la Ilustración estamos acostumbrados a identificar "progreso" con una evolución positiva, mientras que la "involución" es una vuelta a lo de antes, que siempre será peor. Se invierte el aforismo de Jorge Manrique de que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Sin embargo, evolucionar es solo un cambio que deja atrás lo anterior para introducir algo nuevo que, nos enseña la biología, no es necesariamente mejor. Y lo que sucede en el campo de la biología puede ser perfectamente aplicable al ámbito de la política. Aunque se piensa que eso nuevo que viene mejorará lo anterior, estamos empezando a ver que hay movimientos en la dirección contraria; en concreto, en el terreno de las autonomías. Se empiezan a lanzar mensajes en el sentido de invertir la dirección de la descentralización administrativa pugnando por hacer volver al estado central algunas de las competencias que ostentan las comunidades autónomas , educación y sanidad sobre todo,. La base que justifica el cambio de dirección es la dispersión de los modelos educativos y las grandes diferencias existentes en la prestación de servicios sanitarios. A esto se añaden las críticas a las actitudes permanentemente reivindicativas en cuestión de financiación y de inversión por parte del estado; esa actitud da la impresión de que todo es un permanente tirar de la manta que al final puede terminar enfriando los pies de todos. Reyezuelos de taifas han llamado a los políticos responsables de las autonomías, que buscan solamente su propio poder y los votos demagógicos de sus vecinos. Creo que en todas estas objeciones se ha mezclado una buena cantidad de cosas formalmente diferentes. Y algunas de ellas están plenamente justificadas. Pero ahora planteo mis cuestiones tradicionales: ¿estamos seguros de que la mejor manera de obviar cada una de estas dificultades es proceder a una involución radical, consistente en que el estado de las autonomías se repliegue sobre sí mismo, recuperando algunas o todas las competencias de las que disponen las autonomías? ¿Es razonable que buena parte de los programas dependa de las autoridades autonómicas? Vale la pregunta para todas las asignaturas, especialmente las asociadas a las ciencias sociales. Las diferencias en las prestaciones sanitarias ¿son decisiones caprichosas que habría que eliminar? Unificar, ¿resolvería todos esos problemas? ¿En qué consistiría el "progreso"?