A Son de Mar

Inmaculada Urán / Javier FornieLes

Juan Manuel Gil

Empezamos a leer Trigo limpio y, poco a poco, descubrimos un conjunto de obras sobresaliente

La Universidad continúa celebrando la Semana del Libro. Se juega un partido más complicado de ganar que el de la UEFA y la Superliga, y 'un Día' sabe a poco a la hora de promover la lectura. Si se animan, este viernes 30 podremos escuchar a Juan Manuel Gil, que estudió en la Facultad de Humanidades y que acaba de ganar el premio Biblioteca Breve. Les facilitamos el enlace: youtube@ualescultura.

Con Juan Manuel a muchos lectores nos pasa algo curioso. Caminamos hacia atrás. Empezamos a leer Trigo limpio, la última novela y, poco a poco, descubrimos un conjunto de obras sobresaliente. En la primera, Inopia, encontramos la mayor parte de los rasgos que definen su obra: el desamor, la enfermedad o la muerte, las referencias culturales, el carácter fragmentario y un lector activo que debe recomponer un puzle. En la siguiente, Las islas vertebradas, asoma ya el narrador como hilo conductor de la trama. Se trata de un narrador un tanto perdido, que busca las claves para reconstruir lo que oye o cree saber, que intenta poner un cierto orden en medio de un caos de sentimientos y de personajes enloquecidos. Para llegar a las últimas novelas, necesitamos solo un par de rasgos. Uno es el humor, que aparecía en Mi padre y yo. Las desventuras del profesor Pensacola dibujan una figura en Un hombre bajo el agua, que podría caminar en cualquier momento por sí solo. Y otro rasgo es el desbordamiento de los personajes, que interpelan y manipulan al narrador, que tan pronto lo suplantan como le piden perdón o lo insultan.

Mientras charlamos, Juan Manuel Gil se quita la mascarilla para tomar un café y descubre una barba montaraz, casi de novelista ruso. Y, la verdad, hace juego con la pasión con la que explica lo que la literatura significa para él. Al escucharlo, Juan Manuel nos recuerda más a los lectores internos de sus novelas, tan seguros de lo que quieren conseguir, que al vacilante narrador que las protagoniza. No nos extraña. Quien mejor representa al escritor no es el narrador, sino ese lector rebelde, obstinado. Él es, quizás, el verdadero protagonista.

Juan Manuel Gil va a ser sin duda un novelista de referencia. Nos gustaría, por eso, pedir disculpas a una persona, que ya no está con nosotros. Miguel Naveros lo comentaba al aparecer su primera novela, que es preciso reeditar: 'Es muy bueno, muy bueno'. Así es. En el futuro, Miguel, estaremos más atentos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios