Hace años descubrí la figura de Juan Cristóbal, un escultor almeriense muy olvidado, de la mano del pintor Dionisio Godoy. Este genial creador, nacido en Ohanes, hará en septiembre ya 60 años de su muerte. Su infancia la pasó en Granada y luego se marchó a Madrid, entrando como aprendiz en el taller de Mariano Benlliure. Su labor comenzó a ser conocida en 1917, cuando expuso en el Ateneo de Madrid y obtuvo el segundo premio de la Exposición Nacional de Bellas Artes. Despuntó por fin en 1922, cuando logró el máximo galardón con gran éxito de crítica, siendo reconocido una segunda vez con este premio en 1927. En los últimos años de su vida, instaló su estudio en Ávila, donde vivió y trabajó hasta morir en la cercana población madrileña de Cadalso de los Vidrios. Hace unos años durante una visita a la Alhambra de Granada vi una escultura dedicada a Ángel Ganivet, que al contemplarla estaba firmada por Juan Cristóbal. Me emocioné al comprobar que Granada recordaba al artista, mientras que en Almería su labor y figura apenas es conocida.