La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Juanma y la bandera del 28-F

Los herederos del boicot al 28-F han pillado al vuelo la oportunidad de erigirse en defensores de Andalucía

Ironías de la vida: el mismo Pedro Sánchez que ha aceptado la rendición incondicional de Susana Díaz y la ha rehabilitado en la práctica como candidata a recuperar la Junta de Andalucía es el que, con su política nacional, le ha puesto difícil, si no imposible, la reconquista del poder autonómico. Sánchez puede ser el mejor agente electoral de Juanma Moreno. Sin pretenderlo, claro está.

Al asumir sin los antiguos remilgos públicos -y críticas privadas- la política de apaciguamiento del independentismo y, en general, de concesiones al nacionalismo insolidario (piensen en el PNV) practicada de manera reiterada y creciente por Pedro de Moncloa, Susana Díaz ha arriado la bandera del andalucismo gracias a la cual el PSOE gobernó Andalucía durante más de tres décadas. La bandera que levantó Rafael Escuredo para ganar el 28-F y conquistar la autonomía plena. Para que los andaluces no fuesen menos que nadie.

Es la bandera que han recogido Juanma Moreno y su Gobierno de coalición PP-Cs. Los herederos del centro y la derecha que en 1980 sabotearon la autonomía de Andalucía han pillado al vuelo la oportunidad de erigirse en defensores del interés general de Andalucía, que no es otro que el mantenimiento del principio de igualdad entre las comunidades de España. Que es lo que está seriamente amenazado por los pactos en curso con los secesionistas catalanes. Quizás Pedro Sánchez no vaya a darles la autodeterminación y la amnistía, pero ya les ha dado un trato diferenciado y nadie duda de que sacarán tajada de su chantaje. Y cualquier tajada irá en detrimento de Andalucía, porque los recursos son finitos, las inversiones se reparten según las prioridades y no existe sistema de financiación que pueda beneficiar a la vez a todas las autonomías. Es imposible.

De modo que Juanma Moreno ha encontrado un chollo en el Gobierno de España y Susana Díaz, una carrera de obstáculos. El presidente de la Junta tiene que combatir la desigualdad intrínseca que traen las alianzas de Pedro Sánchez y a la ex presidenta de la Junta no le queda más remedio que defenderlo después de haber dedicado casi toda su carrera política a sostener la España constitucional, la igualdad entre los españoles y la solidaridad territorial.

Si Moreno no comete ningún disparate en los próximos tres años no va a tener dificultades en revalidar su mandato frente a una adversaria que le ha entregado su mejor bandera. La bandera del 28-F.

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