Lectura supersónica

Sólo pretendo llamar la atención sobre la superficialidad de las intervenciones públicas de los políticos

Confieso que me dan mucha envidia esos líderes. Y no creo que sea porque ya he alcanzado cierta edad (y a mucha honra). Se trata de una cualidad que yo no he tenido nunca. Me emociona ver que tienen una excelente capacidad lectora con una profunda comprensión que me ha resultado ajena. Menos mal que hay quien la tiene y gracias a ellos se pueden tomar decisiones rápidas y, posiblemente, acertadas. Porque, si algunos de nuestros políticos carecieran de esa capacidad ¿cómo sería posible que, casi antes de haber presentado los presupuestos en el Congreso, ya tuvieran ideas absolutamente claras sobre sus cualidades, o más bien, de sus más que tremendos defectos? Yo sería francamente incapaz de manejar cientos, miles de cifras, expuestas en diferentes formatos. Tengo una pequeña experiencia analizando el presupuesto de un pequeño ayuntamiento y me costaba mucho trabajo analizar tantos datos para poder dar luego una opinión medio decente en el Pleno. Pero está claro que se debería a mi propia incapacidad porque lo hechos que he vivido en forma de declaraciones hace un par de semanas así me lo demuestran. Por tanto, debería reconocer mi inferioridad. Claro que estas conclusiones se están basando en la mera suposición de que efectivamente saben de qué están hablando. Porque, ¿qué pasa si uno se pone a analizar lo que andaban diciendo? Lo primero: "Estos no son los presupuestos que España necesita". ¿No parece necesario que justificaran por qué? En caso contrario es una simple banalidad. La serie de epítetos con que glosaron los presupuestos (entre otras cosas, que son "ideológicos", como si no fuera siempre la ideología lo que guía, o incluso debe guiar, la elaboración de unos presupuestos), tampoco aboga a favor de una comprensión profunda de algo tan importante. Creo que se limitaron a soltar una especie de letanía creyendo que nada de lo que pudiera hacer el gobierno podía concordar con su propio sistema de valores (o sea, con su ideología) y por tanto debe ser rechazado. No es mi intención hacer aquí una apología de la presencia de las ideologías en la acción política en tanto en cuanto son un sistema de valores que rigen la propia actuación. Solo pretendo llamar la atención sobre la superficialidad de las intervenciones públicas de los políticos. Las consignas no deben ser suficientes para comunicar y estamos francamente hartos de que nos sigan considerando menores de edad (en el mejor de los casos).

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