Hemos tenido un fin de semana de excelencia cofrade, con dos manifestaciones quizás las más características de la religiosidad popular, por un lado, la tradicional Romería de la Patrona Coronada y Alcaldesa Perpetua de la ciudad Nuestra Señora la Virgen del Mar, desde el indaliano camerino en su Santuario a la ermita en Torregarcía, paisaje costero de la centenaria aparición de esta imagen sagrada entre fragantes azucenas, que hallada por los dominicos, tienen la guardia potestad por delegación del cabildo de canónigos de la Catedral, dándoles con genuflexión la bienvenida a esta Costa del Sol almeriense representada por el símbolo eclesial del Sol de Villalán.

El otro acto de especial significación, fue el llevado a puro efecto en el salón de sesiones de la Casa Consistorial de la capital para la solemne presentación del cartel oficial de la Semana Santa de Almería 2020, organizado por la Agrupación de Cofradías en colaboración con el Ayuntamiento de la ciudad, y realizado magistralmente por el pintor Rafael Laureano, que ha expresado pictóricamente la plasmación de la Virgen de los Dolores, La Soledad.

Un lienzo realizado con una gran especial simbología que viene a poner de relieve la plenitud de la Semana Santa almeriense, su identidad, haciendo mención, de forma ascética a los dos escultores imagineros, que durante el pasado año sus almas descansan en la vida eterna del Paraíso, Álvarez Duarte y Dubé de Luque, de cuyas gubias en olor a santidad, guiados por el Espíritu Santo, un elevado número de imágenes sagradas procesionan en nuestra Semana Santa.

Apreciados lectores, mirad cómo en Beatriz de Silva se descubre en toda el alma de Almería en nuestra Romería y Estaciones de Penitencia; o cómo se nos muestra, en esta concepción profundamente cristiana de la vida, tras la Navidad, como alegre y gozosa peregrinación, cuando se ha acudido a Torregarcía con la dirección espiritual el Obispo para dar gracias a Dios y venerar con unción a la Virgen del Mar a través de la oración y la eucaristía.

En conclusión, quiero resaltar, las doctas intervenciones del Presidente de la Agrupación de Cofradías, el Delegado Episcopal, el Alcalde-Presidente, junto con el relator del acto y el autor de la pintura religiosa, las cuales fueron todas un acompasada sinfonía lírica de la palabra, un exordio de la más hermosa fiesta religiosa de nuestra tierra por la búsqueda constante de los valores espirituales del verdadero y auténtico Cristianismo. Paz y Bien.