La tapia del manicomio

Luces

El Norte parece el negativo de una fotografía, es casi un fundido a negro, que diría un cineasta. El Sur es pura ascua

En las fotos del encuentro entre los presidentes de las dos Coreas, se aprecia una diferencia descomunal en el tamaño, volumen y circunferencia de ambos líderes. Usando la terminología almeriense de toda la vida, cabe decir que el sureño Moon Jae-in está bastante "estropeao", mientras que el norteño Kim Jong-un está mucho más "remediao", incluso se podría decir que "está de buen año". Eso sí, este es casi el único indicador en el que Corea del Norte supera ampliamente al vecino del sur. Porque en todos los demás, excepto en dos, la diferencia es brutal. Las excepciones son el número de miembros de los ejércitos -el gordo tiene casi el doble de soldados que el flaco- y goleada -doce a cero- en bombas atómicas.

En los demás, sobre todo en lo económico, las diferencias son tan brutales que la mejor imagen para reflejar ese estado de cosas es la foto aérea nocturna del territorio en cuestión. El Sur es una pura ascua, destaca incluso sobre las costas cercanas de Japón y de China. El Norte parece el negativo de una fotografía, es casi un fundido a negro, que diría un cineasta. Parece un agujero negro de esos que dicen los astrónomos que son tan densos que no dejan escapar ni la luz.

Lo que sugiere otra similitud: el jefe gordo no les deja a sus súbditos ni la luz de un candil. Si, como se decía antiguamente en Almería, no hay más luz que la que alumbra, pocas luces deben iluminar los cerebros de aquella población, "algo deprimida" según PIB y demás indicadores.

Aquí hay que aportar otra excepción: los que fabrican misiles si tienen luces, deben de tener todas las disponibles en la nación, porque en las demás actividades productivas se ve que les luce bien poco. Aunque este derroche de misiles norcoreanos también recuerda como eran los desfiles del Ejército Rojo soviético, que se celebraban en conmemoración de la revolución de octubre (que por efectos de calendario se celebraban en noviembre). En ellos, cada año aparecían cañones y cohetes más grandes, y cada vez con más pinta de estar hechos de cartón piedra, como si fueran las carrozas que hace La Alegría del Sur cada Feria.

Nota: hemos utilizado palabras y locuciones del vocabulario castizo almeriense, no por catetismo, ni por gracieta, sino por el parentesco geográfico que tenemos: la frontera que separa ambas Coreas desde 1953 pasa por el paralelo 38, que es el mismo que pasa por nuestra provincia.

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