El callejón del gato

Madrid

No hay un tema de debate que supere en los medios al desbarajuste entre el Gobierno y la Comunidad de Madrid

La epidemia que estamos padeciendo no pide permiso. Es tontería considerar a un determinado territorio como el principal foco de la infección, porque hoy puede ser aquí y mañana allí. Primero fue Italia y últimamente España ha sido el más castigado entre los estados de la Comunidad Europea. Ahora parece que Alemania, Francia y el Reino Unido van por el mismo camino y lo que pase mañana Dios dirá. El enemigo común es el virus y para combatirlo debería prevalecer la concordia sobre cualquier otra consideración. Si nos delimitamos a España y le damos un repaso a lo sucedido, la declaración del estado de alarma, con sus más y sus menos, fue ratificada en el momento que sus fases se aprobaron por mayoría en el Congreso de los Diputados. Finalizado el estado de alarma las comunidades autónomas recuperaron sus competencias y están llevando a cabo la gestión contra el COVI-19 sin que se aprecien enfrentamientos entre las fuerzas política que las integran y en sintonía con el Gobierno, salvo la excepción de Madrid. La comunidad de Madrid nos tiene entretenidos con su constante enfrentamiento con el Gobierno. No hay un tema de debate que supere en los medios de comunicación al desbarajuste que se ha entablado entre el Gobierno y la comunidad de Madrid en cuanto a las medidas que hay que adoptar frente al COVID-19. Lo que parece que se concierta un día se desmonta al día siguiente, sin tener en cuentas que el COVID-19 no atiende a razones y sigue su curso. La política domina la escena y ya no se trata de ponerle remedio a la grave situación por la que atraviesa Madrid, sino de demostrar desde posiciones políticas opuestas, quien es el culpable de no llegar a un acuerdo entre el Gobierno y la Comunidad para combatir el virus. Hay opiniones para todos los gustos, pero si nos atenemos a dos intervenciones muy reveladoras de la presidenta de la comunidad de Madrid, sobran argumentos. "Esperen a que la gente salga a la calle, lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma", dijo Diaz Ayuso alentando las caceroladas. Con esta amenaza quedó bien clara su posición belicosa frente al Gobierno. "No se trata de confinar al 100% de los ciudadanos para que el 1% se cure". Y con esta frase nos indica lo poco que le importa la salud de1% de ciudadanos. Intuyo que para esta señora la prioridad es enfrentarse a cualquier decisión que adopte el Gobierno aunque ello suponga que 66.500 madrileños enfermen por causa del virus y no se curen.

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