Todos los calificativos que se apliquen a SS.MM. los Reyes Magos de Oriente son pocos. Prueba de ello es la maravillosa lección que, gracias a Ellos, aprendí hace casi 70 años.

Vivíamos entonces en el Reducto, creo que por el número 34, y SS. MM. Vinieron a la casa-tienda-granja por el terrado, y junto a la puerta del mismo me dejaron un maravilloso caballo de cartón y un equipamiento de vaquero, nada de “cow boy”, con un revólver, un puñal de goma, “fistones” y correaje, todo ello cosido a un enorme cartón.

Así mismo, me trajeron otro cartón al que iba cosido un juego de herramientas de carpintero: martillo, tenazas, regla, algunas puillas y un serruchillo, que daría algo por tener ahora, aunque cortar con él era “misión imposible”.

Ahora a los niños les traen juguetes informatizados que el único cartón que traen es el del envoltorio, y a los padres les avisan de que por medio de esos juguetes “los malos pueden espiar a toda la familia” por medio de internet. ¡Toma ya progreso!

¿Se puede saber cuándo se despertará la Sociedad y se dará cuenta de lo poco que cuenta para “los de arriba”?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios