Pues sí, pero hasta contentos podemos estar de cómo ha finalizado el año en el mercado laboral. Es decir, podría haber sido mucho peor. En diciembre, ya saben, subió el paro en Almería. Lo importante de este dato no está en la cantidad. No es mucha con 186 parados más, un 0,27% de incremento. Lo destacable (y predecible) es que ha subido. Esta es la verdadera noticia, porque se trata de la tercera vez en lo que llevamos de siglo que ocurre algo así. Las dos veces anteriores fueron 2008 y 2009. De esta forma el año finaliza con 13.896 parados más en nuestra provincia. Se pierde todo el descenso del desempleo acumulado en el período 2016-2019 y se rompe con ocho años continuados de reducción del paro. Por otra parte, de este aumento anual no se salva nadie. Crece el desempleo entre los hombres con 6.402 nuevos desempleados y entre las mujeres con 7.494 paradas más. Aumenta, también, en todos los sectores incluida agricultura. A ello, sumamos que hay 5.213 personas en un ERTE, el dato más alto desde agosto. ¿Por qué es importante esta última cifra? Por una parte advierte de que ese número es el eslabón más débil del mercado laboral, ya que por ahí puede romperse. Por otra nos dice que, hasta que la contratación de nuevos trabajadores -y esos ERTE corresponde sobre todo a hostelería que ha sido la creadora de empleo más importante en la salida de la crisis anterior- va detrás de la salida del ERTE de esos trabajadores. No olvidemos, tampoco, a los autónomos, ya que hay 3.000 percibiendo la prestación por cese de actividad y, por lo mismo, son negocios -aunque alguno carezca de espacio físico- que no están generando riqueza. Y aquí todos dependemos de todos. Si el bar está cerrado, el que lleva la cerveza no necesita un conductor y si este teme perder el empleo no va a comprar un sofá nuevo. Llegamos de tal forma a enero, con la situación de incertidumbre por la pandemia, el endurecimiento las restricciones, la lentitud de la vacunación (¡qué lejos queda ya cuando le pusieron la inyección a Araceli, y parecía que con ella nos habíamos inmunizado ya todos), el final de la campaña de Navidad -de la pequeña campaña- y hasta el clima, todo se une para augurar un primer trimestre realmente triste para el mercado laboral. Lo sucedido entre el 17 y el 30 de diciembre a nivel nacional es un aviso. En esos días 204.000 cotizantes fueron baja en la Seguridad Social. Así, pues, sabemos que los ERTE se prorrogarán, pero es lo de siempre, la confianza que lleva al crecimiento depende del control de la pandemia.

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