República de las Letras

Mamarrachos inefables

No existe un salón adecuado para bodas civilesque se vienen celebrando en el Salón de Plenos

Hablar del Ayuntamiento es hablar de lo inefable. Inefable: del latín ineffabilis 'indecible', es lo que no se puede explicar con palabras, según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Pues eso: a veces lo del Ayuntamiento es inexplicable. Vean, si no, esos pasos de cebra casi siempre semiborrados y la mayoría mal colocados, alejados de la trayectoria natural de los peatones, que deben dar rodeos inútiles para tomarlos y, por tanto, suelen cruzar por donde quieren. Vean también esos 5'4 millones de euros malgastados en ese mamarracho del Mesón Gitano que ahora anda en los tribunales. Vean, además, cómo olvidan su promesa de construir sobre el aparcamiento de la Plaza Marín, en el solar de los antiguos Multicines, un parque y una zona recreativa para los niños del Barrio de San Cristóbal -eso dijeron- y se proponen ahora hacer otro mamarracho de oficina para el área de urbanismo. Y para qué hablar del solar del 18 de Julio, de aquella biblioteca que se iba a ubicar en el viejo Sanatorio Virgen del Mar, del monopolio de Aqualia, del abandono de la limpieza de ciertos barrios en contraste con la ultralimpieza del centro, etc., etc. Y hablando de las interminables obras en la Casa Consistorial de la Plaza Vieja -un trozo de cuyos soportales ha sido sustraído al tráfico peatonal por un llamado hotel "con encanto"- hablemos de las bodas civiles. El Ayuntamiento de Almería sólo las celebra los viernes por la mañana y las oficia el concejal o concejala que esté allí en el momento. No existe un salón adecuado para estas ceremonias, que se vienen haciendo en el salón de plenos. En el proyecto del nuevo Ayuntamiento se debería tener prevista la construcción de una sala apropiada, al nivel de la calle, y el establecimiento de turnos para los ediles, a fin de que las bodas civiles, que, no se olvide, son mayoritarias sobre las religiosas, se puedan celebrar los sábados y los domingos, como siempre, y tengan el realce y el empaque debido a tan importante acontecimiento en la vida de contrayentes y familiares. El consistorio debe gestionar, y gestionar bien, los asuntos de todos los almerienses, incluidos los no creyentes, por lo que proveerse de una sala digna y asequible para celebración de bodas civiles es inaplazable, aprovechando las eternas obras de la Plaza Vieja. Que ya va siendo hora de servir a todos. Y déjense ya de construir mamarrachos inefables.

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