Hay canciones que, más allá de la intencionalidad de su autor, se convierten en auténticos himnos generacionales que llegan a transmitir a un gran público un mensaje de paz y positividad.

Lennon compuso este tema una mañana de comienzos de 1971 en un salón de la propiedad que poseía en Tittenhurst, en Inglaterra. Su mujer, la polifacética artista japonesa Yoko Ono, también tuvo una parte muy activa en la composición y ella fue la que explicó, por ser testigo de primera mano, cómo Lennon se sentó ante el piano blanco y dio forma a esta balada llena de amor y paz con cuatro notas y veintidós versos que lo componen.

"Imagina a toda la gente viviendo en paz". "Imagina a toda la gente compartiendo el mundo". "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que un día te unas a nosotros y el mundo será entonces mejor". Estas son algunos de los versos de la mítica canción. Tenía el exbeatle 31años cuando la compuso y nunca imaginó que, con el paso de los años, alcanzaría a tener tanta trascendencia, y cómo a los largo de los años transcurridos ha sido utilizada como un verdadero himno a la paz y al amor, refrendando una serie de sueños y esperanzas. Por primera vez la música popular transmitía un mensaje de paz y fraternidad a toda la humanidad. Muchos, hoy día nos sentimos herederos de aquel legado universal.

Ciertamente, no se puede pedir a una canción que transforme el mundo, sino que inspire actitudes de fondo. En definitiva, una sociedad más justa donde vivir. Desde mi corazón, sigamos imaginando esas enseñanzas que nos quiso transmitir Lennon, y que vemos que día a día, salvo honrosas excepciones, van escaseando cada vez más. Y aunque todo esto suene a una feliz utopía algo trasnochada, sigamos imaginando que finalmente los hombres y las mujeres podemos vivir como hermanos.

El disco no finaliza con su primer tema, pues encierra una decena de canciones en donde Lennon se desnudó -como lo haría frente al objetivo de la cámara de Annie Leibovitz horas antes de su asesinato-, y mostró sus dramas personales, pero también su obstinado amor a Yoko Ono. La intención en "Imagine" era muy buena, la situación en el mundo actual, cincuenta años después, casi deplorable.

Hoy, la podemos dedicar a los "soñadores" de todo el planeta con el anhelo de vivir un día en un mundo mejor. Por siempre, FELIZ AÑO NUEVO.