Libertad Quijotesca

Memoria histórica

La ley de memoria histórica y democrática es una monstruosidad. Injerencia censora en el trabajo de historiadores y humanistas

El infierno es un lugar de este mundo. Siempre lo construye la solemne estupidez humana. El gran escritor albanés Ismail Kadaré dice que "a los dictadores les obsesiona controlar los sentimientos de la gente: son el último refugio de la libertad individual". El 15 de septiembre de 2020 sufrimos la comparecencia de la vicepresidenta cancerbera del feminismo y del relato de la historia. Como ella misma declaró el pasado 8 de marzo pancarta en mano por las calles de Madrid: "hay que trufarlo todo", y para ello nada mejor que homologar la democracia española mediante una ley de memoria histórica y democrática. Entonces: ¿Cuál es el cometido de los historiadores en particular y de los humanistas en general? Queridos lectores, resulta que vivimos en un estado de Derecho y Obligaciones, una Democracia, que anda por ahí sin equiparar con los debidos elementos o componentes que atestigüen su calidad, por no hablar de veracidad. Ósea, que la Carta Magna, nuestra Ley de Leyes, no tiene ninguna importancia, salvo la de hacernos españoles a todos, y ciudadanos, no vasallos. Como ciudadana española, humanista de profesión, comprometida ética y moralmente con el ejercicio de la honradez intelectual; todo esto me parece una monstruosidad totalitaria. En primer lugar, la memoria pertenece al libre albedrío de cada persona. Por eso es tan importante la Educación. No confundir con adoctrinamiento y analfabetismo funcional al servicio de ideologías, dogmas y sectarismos varios. Desde la libertad de pensamiento y acuerdo moral, es que se construye la Sociedad Civil solidaria y cohesionada. En las cuestiones humanas no hay soluciones mágicas. En segundo lugar, porque no se puede negar la naturaleza humana. Cervantinamente hablando, no nos queda de otra que bregar con ella. La Historia, todos los ámbitos de conocimiento, nos enseñan que la lucha incansable por afrontar la barbarie, el horror, la oscuridad y las contradicciones de la vida en este mundo, pasa por el autocontrol de nuestras subjetividades y el respeto a la veracidad de los hechos. Educación, Cultura y Pensamiento. La política no es por más que pretenden imponerlo, ya que les renta muy bien, ser de izquierdas o de derechas: Es el desarrollo al completo de nuestras vidas tanto como individuos, como formando parte de la sociedad de nuestra circunstancia, que claramente nos explica José Ortega y Gasset.

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