Hace un par de semanas tenía lugar en Almería una fuerte tormenta de viento y lluvia. Dicen que una pequeña ciclogénesis explosiva, que provocó serios problemas para el aterrizaje de uno de los aviones que venía de Madrid. Al parecer el piloto lo intentó y cuando estaban a punto de tomar tierra, viendo las dificultades, optó por levantar el vuelo y esperar en el mar, dando vueltas en torno a media hora a que pasase. Al final todo quedó en un susto. Sin embargo, fue llamativa la historia de uno de los pasajeros/as, muy conocido, que le pasó varios mensajes a su novio, despidiéndose, por si al final sucedía lo peor.