Dicen que la verdad es poliédrica, nada que objetar. ¿Pero no es verdad que se han destruido 738.591 empleos en 12 meses?, la peor cifra desde 2009; hay 3,7 millones de desempleados, más de 1,35 millones trabajadores en ERTE, 300.000 empresas en ERTE. ¿No es verdad que ha existido sin comité de expertos una ocultación sobre la cifra real de fallecidos por la pandemia?, a la que hay que añadir ahora el del número de personas hospitalizadas por los rebrotes.

¿Acaso no es verdad, que España lidera la destrucción económica en Europa y que España es el único país europeo que no aparece en las dos bases de datos que el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades mantiene sobre los hospitalizados e ingresados en la UCI? La verdad es la visible realidad, y cuando la realidad no la hacemos evidente por una interesada opacidad política, no creo que los ciudadanos merezcamos este trato de la gobernanza y de la gestión pública.

Pero en vez de estar trabajando sin mentiras, sin vacaciones, hasta la extenuación, en la puesta en marcha de reformas, especialmente económicas, bajando impuestos, liquidez suficiente para empresas y autónomos, extender los ERTE "sine die", no expropiar a los Ayuntamientos su superávit, controlar la inmigración ilegal, estamos todos los días controvirtiendo el orden legal y legítimo del 78 con invenciones para entretener al paciente ciudadano e impaciente desempleado en ilusos proyectos, como si fuesen a ser la panacea a nuestros problemas cotidianos.

Solo pretenden dividir con ira a la sociedad en aquellas materias que han dado excelente resultado durante este periodo democrático, con sus críticas como toda obra humana, pero no hasta llegar a estar todos los días cansinamente y maliciosamente poniendo en jaque a la Monarquía parlamentaria como símbolo de la unidad y continuidad de la Nación española con toda su riqueza y diversidad cultural, pilar imprescindible para salir de esta grave crisis económica y sanitaria con la vertebración territorial desde la lealtad y el respeto institucional.

Señorías, preocúpense de aunar esfuerzos en una misma dirección, que la vida es breve, para estar refutando a la Jefatura del Estado incardinada democráticamente en la Corona como garante de la unidad de España y de todos los españoles, quebrando su quehacer constitucional por parte de unos voceadores con la aquiescencia del pacto contra natura elefantiásico. Paz y Bien

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