Midiendo la recuperación

Hoy, se nota la mejoría económica en la entrada al paro. El 11% de los parados no está un mes inscrito

España crece - y Almería con ella, lógicamente-. Ese crecimiento es mayor que en países de nuestro entorno. Incluso las Comunidades con más desempleo pueden presumir de crear empleo a un ritmo mayor que las restantes. Para algunos será un milagro consecuencia de su buen hacer como gobernantes. Para otros, menos entusiastas, una mezcla de efecto rebote y circunstancias internacionales: el precio del petróleo, la inestabilidad de otros destinos turísticos. Un deportista sabe que cuanto más fuerte cae la pelota, con más fuerza se eleva después de tocar el suelo. Ese es el efecto rebote que, en economía, Friedman denominó modelo de arranque. Algo así como que a mayor desplome, repunte más veloz, sin que influyan las políticas económicas aplicadas.

Con todo, la recuperación es un hecho. Durante la reciente crisis, la evolución del desempleo de larga duración fue el mejor indicador del deterioro del mercado laboral. El marco en el que nos desenvolvemos hoy es: desde 2013 la tasa de paro en Almería se ha reducido en 14 puntos y hay 42.500 empleos más. Lo interesante es saber cómo se ha distribuido esta mejoría y si ha alcanzado a todos. Aún no. Entre los parados de larga duración la recuperación no se aprecia.

Antes de iniciarse la crisis, el 17% de los parados estaba menos de un mes inscrito. Como consecuencia, casi todo el apuntado al paro cobraba. La salida y entrada del desempleo era habitual y asumido. En el otro extremo, los parados con más de dos años sin trabajo eran el 9% y la mayoría lo que se conocía como prejubilados. En plena crisis, inicio de 2013, el 7% de los parados estaba menos de un año sin trabajo. Las cosas habían cambiado. Entrar en el desempleo era meterse en un túnel sin luz al fondo. Los parados con más de dos años sin trabajo ya superaban el 21% y, como consecuencia, cuatro de cada diez desempleados no cobraba nada.

Hoy, se nota la mejoría económica en la entrada al paro. El 11% de los parados no está un mes inscrito. Lo que se ha recuperado en la Recuperación es, pues, la rotación laboral, y con renovado ímpetu. Por el otro extremo, el 26,25% de los parados lleva dos años sin trabajo, unas décimas menos que en diciembre cuando se alcanzó casi el 26,80%, que fue el dato más elevado de la serie histórico. La salida es lentísima y lo habitual, dada la edad media de estos parados hacia la jubilación, no hacia el empleo.

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