Mirar al cielo

La iglesia de San Agustín posee una bella imagen sagrada que invoca el tránsito terrenal al cielo de María Santísima

Hoy, lunes festivo y de precepto religioso, 15 de agosto, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana celebra con solemnidad litúrgica el Dogma de Asunción a los Cielos, que consiste en que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen, cumplido el curso de su vida terrenal fue subida en cuerpo y alma a la gloria celestial. Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950, Día de Todos los Santos, en la Constitución Munificentisimus Deus.

En Almería capital, en la Iglesia parroquial de San Agustín, antiguo convento franciscano de la Orden Franciscana Menor, sede canónica de la Cofradía del Silencio, posee una bella imagen sagrada policromada, que se encuentra en su oratorio al culto público para su veneración y que invoca este tránsito terrenal al cielo de Nuestra Señora María Santísima.

La imagen de Nuestra Señora del Tránsito en su Asunción a los Cielos, conocida en la religiosidad popular como la "Virgen dormida", es una obra napolitana del Siglo XVIII, intervenida a principios del Siglo XX por el escultor murciano Sánchez Lozano y en este siglo XXI por el imaginero Miguel Bejarano, recuperándose su policromía originaria. Fue bendecida en la S.A.I. Catedral de la Encarnación en el año 1949 por el obispo Alfonso Ródenas, concretándose el encargo del Rvdo. Fray Pedro Lozano (OFM), artífice de su llegada a nuestra ciudad en el año de la Proclamación del Dogma de la Asunción de la Virgen, siendo coronada litúrgicamente en el año 2000 con madrinazgo de la Cofradía de la Soledad.

A veces, tenemos la percepción del olvido, que a nivel de apostolado en concordancia con el espíritu de caridad, en el año 2000, las Cofradías y Hermandades, y con ellas, la Agrupación de Cofradías, con la existencia de dos entidades agrupacionistas, eregidas canónicamente, una en el Poniente y, la actual, en la capital almeriense, así como del Secretariado de Hermandades y Cofradías, dirigidos espiritualmente por el canónigo archivero Juan López Martín y la Delegación de Apostolado Seglar, bajo la dirección pastoral del actual Deán de la Catedral Manuel Pozo Oller, participamos de forma pasional durante el IV Sínodo, que conllevó, por un lado, la realización del Congreso Eucarístico Diocesano en 1999 y al final del Jubileo 2000 con el Congreso Mariano, que tuvo por objeto invitar a toda la comunidad diocesana a mirar al Cielo para encontrar a María, la Madre del Redentor y unirnos a su alabanza y acción de gracias. Paz y Bien o Paz y Gloria.

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