Modernidades aparte

Modernidades aparte / JUAN ANTONIO MUÑOZ MUÑOZ

El descubrimiento de América, en 1492, o la caída de Constantinopla, décadas antes, en 1453, suelen considerarse dos grandes referencias que señalan el comienzo de la Edad Moderna. Así hasta que la independencia de los Estados Unidos, en 1776, o la Revolución francesa, en 1789, abren las puertas de la Edad Moderna. Tenía que ver, por ello, lo moderno con las luces de la razón, tras las tinieblas medievales, y con el avance del progreso -no se confunda con el progresismo político-. Esta droguería, que cumplió hace pocos años un siglo de puertas abiertas, toma el nombre de "moderna" por razón de la relatividad del tiempo, dado que la modernidad asimismo guarda relación con lo que se distancia de lo antiguo, de lo que resulta clásico y establecido. De ahí que también se diga "modernos" -o con el pellizco de "modernitos"- a quienes se desenvuelven o se atavían de maneras rompedoras. Meridiana muestra de la relatividad antedicha es contemplar esta añosa y cuidada fachada, además de los géneros y mercancías, cuando precisamente poco moderno parece el establecimiento en esta incierta posmodernidad de ahora. Sin embargo, por eso mismo es genuino y singular en su atractivo reclamo, modernidades aparte. / Antonio Montero Alcaide

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