Carta del Director/Luz de cobre

Mojácar: la ilusión de un reto por Navidad

Al margen de cuestiones pecuniarias, lo que el reto deja entre los vecinos es una imagan de unidad nunca antes alcanzada

Mañana Ferrero Rocher anunciará el pueblo ganador del concurso “Juntos brillamos más”. Una iniciativa de la compañía chocolatera que ha despertado una enorme ilusión en Mojácar y desde allí, como núcleo central, ha irradiado toda su fuerza al resto de la provincia y a los enamorados de la localidad del Levante. Sorprende gratamente la implicación de todo el pueblo en pos de un sueño y como desde el Ayuntamiento que preside Rosa María Cano han sido capaces de implicar desde los más pequeños hasta los mayores para alcanzar un objetivo.

Hacía mucho tiempo que no percibía tanta ilusión compartida, tanto apoyo de una provincia por la consecución de la iluminación navideña de Ferrero Rocher para Mojácar. Desconozco la decisión final de mañana, pero estoy convencido de que sea cual sea, el objetivo se ha cumplido con creces. La localidad del Levante es uno de esos enclaves turísticos que no necesita presentación. El prestigio alcanzado desde los primeros pioneros hasta hoy sólo ha ido creciendo en la misma medida en que el pueblo afianzaba tradiciones, gestionaba solera y buscaba mezclar a partes iguales el sabor de la tradición con la modernidad.Pero en esto del prestigio, de la comunicación, del conocimiento, de la imagen, nunca es suficiente. Aunque el trabajo sea constante y el objetivo común, hay muchos que cuentan con tus mismas credenciales y tratan de sumarse a la cima de la pirámide para mirar desde las alturas a sus competidores. De ahí que una publicidad como la alcanzada por Mojácar con el concurso “Juntos brillamos más” es impagable. Un valor incalculable, con el menor coste posible, para avanzar en que cada uno de los amantes del pueblo y los que aún no estaban del todo convencidos, se graben a “sangre y fuego” o a “bombón sobre bombón” la capacidad innata de atracción de, con seguridad, una de las ciudades más hermosas de la costa española.A las puertas de la Navidad, en la que la localidad confirma una ocupación hotelera óptima, previa a la Semana Santa y antesala del verano, la ruptura de la temporalidad se me antoja básica en la búsqueda de mantener hoteles y establecimientos llenos gran parte del año. Descubrir Mojácar en invierno, donde el golf es un deporte a practicar y las playas y el mar tienen otro olor y sabor es, posiblemente, el mayor logro alcanzado con esta aventura bombonera de finales de 2022.

Pero al margen de cuestiones pecuniarias, importantes, lo que el reto deja entre los vecinos es una imagen de unidad que nunca antes se había alcanzado. Una imagen de seguridad y fortalecimiento de la autoestima jamás vista. Y una consolidación de la marca Mojácar como pueblo y sus gentes, que permanecerá en las retinas de los que forman el presente, que perdurará en el imaginario colectivo siempre.

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