En un paseo con mis hijos hace unos días, me soportaron que rememorara alguno de mis recuerdos de La Flor De La Mancha, "concretamente de cuando yo era un zagalillo", acerca de mi relación con los famosos que nos visitaban asiduamente, a la hora de la cena, para recuperar fuerzas y "distraerse" un rato.

Como uno es "muy mirado" para eso de dar nombres, solo me voy a saltar la regla con Anthony Quinn, Orson Welles y Lex Barker por estar ya fallecidos, y de la celebre española Carmen Cervera, recién casada en aquella época con Barker.

El primero, me impresionaba por su afabilidad y el cariño con que me trataba. Del segundo, recuerdo su personalidad, así como los consejos que me daba sobre "mis estudios". Y a Barker lo veía como Tarzán: un ídolo de nuestra generación. A Cervera, que hacía poco había ganado el concurso de Miss España, apenas si la recuerdo, pero lo que nunca olvidare, es que celebró su cumpleaños en una de esas cenas, y yo tuve que ir a recoger la tarta que Quinn nos había encargado para la ocasión, y que lleve hasta el restaurante con "más miedo que vergüenza".

De quien no voy a dar el nombre es del actor, que siempre cenaba solo, y su postre era una botella de Monopole con agua Fontenova con gas, y que a pesar de sus imponentes barbas, me parecía un amigo de la familia y me hacía conversar con él en mi pobre francés para que yo practicara y me inculcaba ansias de saber, a la vez que se lamentaba con un "molto sentimiento".

Después de todos estos recuerdos, los consejos que me daban sobre los estudios y el saber, así como la cultura que atesoraba este personal, hoy he leído que, en Valencia, el gobierno autonómico, y parece que autónomo también, ha establecido las bases de las convocatorias de plazas de personal sanitario para 2023,

En dichas bases, el saber valenciano "merece" desde 11, para el conocimiento oral, a 15 puntos para el C2. Sin embargo, tener hecho un Doctorado, merece la bonita cifra de 5 puntos. O sea, 15 dividido entre 5, igual a 3, luego puntúan tres veces más el saber valenciano que el ser doctor. Y eso me ha dado sentimiento.

Valenciano, desde luego, sabrán los que ganen la plaza. Lo que no sabemos es, si curaran a los pacientes de sus males, o les contaran chistes, en valenciano, para animarlos. Me parece que Blasco Ibáñez no entendería este baremo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios