Morir solos

Hace varios días leí una noticia en un periódico según la cual en España cada dia mueren dos ancianos en soledad

Conmueve hasta las entrañas ver cómo es capaz de desvivirse la humanidad ante la tragedia. No se escatiman medios; se emplea todo lo que haga falta con tal de superar el envite de la desgracia. Si están involucrados niños, entonces la respuesta es aún mayor. Son momentos en los que uno se siente orgulloso de ser humano. No hace falta poner muchos ejemplos. Pensar en el sufrimiento que estarían experimentando perdidos sin saber dónde, o perdidos sabiendo dónde pero sin poder rescatarlos mueve a la compasión y nos hacen empatizar sin límites. Sin duda se trata de una humanidad generosa que reacciona ante el dolor ajeno. Intentamos evitar su muerte por todos los medios posibles y cuando no se consigue, lo que sucede muchas veces, el sentimiento de pesar nos envuelve y se centran los esfuerzos en recuperar los cuerpos. Todo esto es cierto, aunque a uno le da por pensar si es exactamente la muerte lo que nos motiva. Un ejemplo; hace varios días leí una noticia en un periódico según la cual en España cada dia mueren dos ancianos en soledad. Sin que nadie se entere. Sin hacer ruído. Y creo que hay una gran diferencia entre las reacciones que se producen en los medios y en las personas cuando se difundió esa noticia y las que se viven cuando se habla de otras tragedias. Porque no parece que nos escandalicemos ni se nos revuelvan las entrañas ante las desgracias que tienen lugar sin un halo de tragedia llamativa. Me atrevo a aventurar que lo que nos conmueve no es la muerte sino la tragedia y, perdonen la barbaridad, el espectáculo. Porque hay muertos y muertos. Los hay que mueren en paz, rodeados y atendidos por familiares y amigos, y en eso son afortunados. Pero de los otros, los que mueren solos, los hay de dos clases: los que suscitan amplias reacciones en forma de utilización de los recursos disponibles, y los que no "nos cuestan" nada. ¿No será momento de modificar nuestras sensibilidades? ¿No deberiamos pensar que, para el que muere solo, es tan angustiosa la situación y el desconsuelo aunque no haya reacciones? Si los familiares y los amigos lo han dejado abandonado, anónimo, habrá que pensar en procedimientos que permitan sacarlos de la soledad. La sociedad debe reaccionar arbitrando los medios necesarios para hacerles un seguimiento. Un paso importante es el teléfono de teleasistencia. Pero algo más habrá que hacer porque, aún, dos ancianos al día mueren solos.

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