Escribo estas líneas desde muy cerca de Las Vistillas, paraje en el que durante San Isidro, se celebran multitud de conciertos al aire libre y donde ayer 14, presencié, con mi hijo pequeño, el concierto de MORREO, grupo ganador de la edición de este año, la 42ª, de los Premios Rock Villa de Madrid.

Lógicamente en 1er. lugar, señalar que junto a un joven, rodeado de jóvenes y escuchando rock, me rejuvenecí, aún más, y me lo pasé "dabuti". Pero es que además, gracias a la orografía de la explanada, nada plana: cosas de la Villa y Corte, los organizadores habían preparado un "palco de autoridades" con un identificativo que contenía un perfil de una silla de ruedas y la leyenda "M R" en el que estuvimos magníficamente acomodados. Prueba de ello es el testimonio gráfico que conservo: la cara es el espejo del alma. Por lo tanto, ¡que cunda el ejemplo! Pues ese comportamiento no es marginación, ni positiva ni negativa, es ¡igualdad de oportunidades!

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