Once mujeres y seis hombres en el Gabinete. Y un elenco de ministras de primer nivel profesional en carteras de peso. Espectacular. ¿Quién lo iba a decir durante la moción de censura? Más bien había riesgos de lo contrario. El primero, que el gurú que ha guiado la estrategia de Sánchez para llegar a La Moncloa es el mismo que diseñó a Albiol su campaña xenófoba en Badalona.

En el debate, Sánchez estuvo desabrido con Rivera. Le reprochó proponer personalidades para encabezar un Gobierno instrumental que convocase elecciones. "Todos hombres, ¿por qué ninguna mujer?". Lo preguntaba un hombre presentado como candidato por su partido. Sonaba a despotismo ilustrado, todo por las mujeres, pero sin las mujeres. Pero no, ya tendría en la cabeza que si aquello salía adelante haría el Gobierno más femenino de la historia.

Ha sido un tanto de saque para el presidente donde otros van de farol. Hoy día, la causa de las mujeres vende. Y por ahí se cuelan nuevos oportunismos. Se anunciaba una marca para las elecciones municipales, regionales y europeas: Unidas, Podemos, Izquierda Unida, Equo. ¡Unidas! No importa que los dirigentes de las tres formaciones, Iglesias, Garzón y López Uralde, sean hombres. Vale, Rosa Martínez es coportavoz en Equo, pero ya vimos otra foto similar. Con un letrero de Nosotras de fondo, Errejón, Iglesias y Espinar simulaban ser una familia bien avenida.

Algunas proclamas publicadas en vísperas de las manifestaciones del 8 de marzo identificaron feminismo con anticapitalismo. Ciudadanos se agarró a ese argumento para rechazar la huelga, sin reparar en el tsunami que llegaba y sin separar el objetivo general de esas precisas convocatorias. Después de la enorme movilización de la jornada, a toro pasado, Rivera se declaró, sin temor al ridículo, encantado de liderar el debate transversal feminista.

Todos los candidatos a presidente decididos son hombres: Sánchez, Iglesias y Rivera. El único partido que está en condiciones de cambiar su cartel es el PP. Pero Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal o Ana Pastor no parecen las mejor colocadas. ¿Una mujer candidata por la derecha capitalista? Bueno, salvo alguna excepción, han sido partidos conservadores los que han elegido mujeres líderes durante largos periodos, y además, en grandes países como el Reino Unido o Alemania. Thatcher estuvo once años y medio de primera ministra y Merkel lleva casi trece de canciller.

Por cierto que Sáenz de Santamaría fue objeto de un atropello grosero en el patio del Congreso por parte de un friki de la nueva política, fundador de Podemos, que la bloqueó por los hombros delante las cámaras para burlarse de su derrota. La tosca descortesía de Monedero descubre que todavía hay mucho feminista de salón, que finge ir a la moda. De farol.

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