El medio y el ambiente

Murder Most Foul

Alguien me puede preguntar ya: ¿es que soy un iluso?, ¿es que no me entero de las noticias?

Lese es el título de los 16minutos y 55 segundos de canción que acaba de publicar Bob Dylan. Sí, después de 8 años sin publicar nada, y lo traigo a colación porque el comienzo que tenía previsto es parte de otra canción de Dylan que comienza: "Tres ángeles por encima de la calle / Cada uno toca un cuerno …//… ", y finaliza: "… En este mundo de hormigón lleno de almas / Los ángeles tocan sus bocinas durante todo el día / Toda la tierra parece pasar en sus avances / Pero, ¿alguien escucha la música que tocan? / ¿Hay alguien que siquiera lo intenta?" (Three Angels).

Y es que se da la circunstancia de que por adversas que sean las circunstancias, siempre podemos prestar atención a una melodía, o a cualquier otro detalle extraordinario que nos permita olvidar un instante nuestras desventuras, e intentar ganar ese mismo tiempo de felicidad.

Alguien me puede preguntar ya: ¿es que soy un iluso?, ¿es que no me entero de las noticias?, ¿es que vivo en la ciudad de caramelo y chocolate como el protagonista del cuento que les contaba a mis hijos en ocasiones?.

Soy consciente de lo que me rodea, tanto que he estado este domingo dándole vueltas al dichoso último decreto que han aprobado en La Moncloa: acabó la reunión con el decreto aprobado pero da la impresión de que el texto no era lo que se había aprobado, pues fue publicado casi a las doce de la noche. La primera vez que "veo" una reunión se aprueba un texto que por lo visto no estaba "terminado" escrito. Vamos, aprobado virtual.

Así que el espacio que me queda se lo dedicaremos a la búsqueda de la felicidad, de la que Tal Ben-Shahar que ha sido durante 25 años profesor en Harvard, con más de 1400 alumnos por semestre. Dirige el Happiness Studies Academy, una plataforma online que ofrece recursos para aprender a gestionar las emociones. Como final, por hoy, entresaco una serie de puntos sobre los que meditar: 1. Creer en la felicidad - 2. Cultivar las relaciones personales - 3. Desconectar de la tecnología - 4. Concederte el permiso para ser humano - 5. Aprender a descansar - 6. Estar agradecido - 7. Estudiar la felicidad - 8. Invertir en la felicidad - 9. Entrenar la felicidad.

Con el compromiso de continuar el tema para tratar -entre todos- de conseguir esa miaja de felicidad que necesitamos, lo dejamos por hoy, no sin antes comprometernos a no ser en nuestras cuarentenas tan erráticos como algún miembro del gobierno en la suya, y aplaudir a las 8 de la tarde en lugar de dos minutos antes, como publica el diario As. ¡Ah! Y tratar de ignorar -en lo posible- a los mediocres.

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