El callejón del gato

Negacionistas ilustres

No tiene nada de extraño que aparezcan desaprensivos manifestándose apiñados y sin mascarilla

Cuentan que cuando al torero Rafael El Gallo le presentaron a José Ortega y Gasset en una fiesta celebrada en un hotel de Madrid y le dijeron que se trataba de un filósofo cuyo trabajo consistía en dedicarse a pensar, el torero aseveró con soltura: "Hay gente pa to". Con cuatro palabras El Gallo construyó un aforismo que no tiene réplica. Aplicándolo a la pandemia que estamos soportando, no tiene nada de extraño que aparezcan grupos de desaprensivos manifestándose apiñados y sin mascarilla para expresar su negacionismo, como si las imágenes desoladoras de las unidades de cuidados intensivos que vemos en televisión fueran un montaje de las cadenas que las transmiten. Más grave es que el negacionismo se instalase en las alturas y hayamos visto a líderes políticos frivolizando con el COVID-19 como si se tratara de un invento de Michael T. Osterholm, el epidemiólogo que primero lo vaticinó. Donald Trump, Boris Johnson y Jair Bolsonaro se apuntaron al club de los negacionistas, y los tres personajes han padecido el contagio del bicho que ni respeta ni entiende de categorías. El americano, afortunadamente, ya ni pincha ni corta, el inglés parece que le ha visto las orejas al lobo después de pasar por la UCI y ha entrado en razón, pero el brasileño persiste en su escepticismo y no le pone freno a los contagios como debiera. Y hablando de negacionistas, cómo no mencionar a Victoria Abril que nos ha tenido entretenidos, protagonizando una escena de película, aprovechando el recibimiento de un premio del que nadie se acuerda. Adicta a la fama, hacía tiempo que a esta mujer le habíamos perdido la pista, y necesitaba un chute para montar un espectáculo que la colocara en primer plano. No tengo la menor duda de que la actriz representó un monólogo previamente ensayado delante del espejo para salir a escena, que es lo suyo. Esa vestimenta tan floreada y vaporosa, esas palabras tan bien encadenadas y ese manoteo, no se improvisan. Consiguió su propósito y debe de estar contenta porque su presencia ha sido unánime en los medios de comunicación durante varios días. Incluso han habido epidemiólogos que se han tomado en serio sus palabras, rebatiendo sus teorías negacionistas con argumentos científicos. Pero nadie ha respondido al montaje de la actriz con la perspicacia de Loles León, que la debe de conocer y ha dado en el clavo con un comentario definitivo: "Ni el paso de los años le quita la tontería que siempre ha tenido".

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