El callejón del gato

Núñez Feijóo se posiciona

Preocupante es someterse a las exigencias de VOX sustituyendo el concepto de la violencia machista por el de violencia intrafamiliar

El Partido Popular se puede considerar que ha sido un partido de gobierno y a la vista de lo que alimenta a la derecha, más vale que lo siga siendo antes de que VOX se coloque en primera fila. Partamos de la base de que tal cosa no ocurra. Ante la posibilidad de que algún día el PP pueda gobernar, me pareció un acierto la sustitución de Pablo Casado por Alberto Núñez Feijóo para presidirlo. Independientemente de la opción que cada uno tenga a la hora de votar a un partido, por encima de las ideologías, la persona también cuenta a la hora de gobernar un país. Cualquier socialdemócrata que no vote a la derecha, en caso de que ésta gobierne, te diría que no es lo mismo estar bajo el mandato de Angela Merkel que de Donald Trump. No es cuestión de hacer leña del árbol caído y prefiero no darle un repaso a su comportamiento como jefe de la oposición, pero hasta los suyos han comprendido que se equivocaron cuando eligieron a Pablo Casado presidente del partido y se lo han quitado de en medio a la primera de cambio. Han reaccionado en masa sustituyendo a un principiante haciendo oposición enredado en cuatro argumentarios insultantes y cansinos, sin contenido político, por un veterano con sobrada experiencia en la gestión después de 16 años gobernando en Galicia. Hasta ahora, visto desde lejos, se percibía cierto distanciamiento con la política de su antecesor y el propio Núñez Feijóo lo dio a entender cuando dijo: "No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez". Pero hay detalles que no concuerdan con semejante planteamiento. Decir que el gobierno se está forrando con los impuestos de la luz y la gasolina que, dicho sea de paso, en su mayoría van destinados a las comunidades autónomas, es una sandez con tintes insultantes, que encaja perfectamente en el discurso permanente y machacón de Pablo Casado. Y más preocupante aun es someterse a las exigencias de VOX sustituyendo el concepto de la violencia machista por el de violencia intrafamiliar, olvidándose que en el Decreto 70/2017 de 13 de julio de la comunidad de Galicia, que preside, se reconoce la violencia de género como "la representación más extrema de la desigualdad entre mujeres y hombre". Hasta la fecha la mayoría absoluta con la que ha contado para gobernar en Galicia le ha permitido marcar distancias con VOX calificándolo como un partido de "extremaderecha". Pero abriéndole las puertas en Castilla y León Núñez Feijóo se posiciona.

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