Lo que es un okupa, más o menos lo tenemos claro. Y que cada día que sale el sol, o sea, todos, es posible que un grupo de ellos supere alguna barrabasada anterior de sus colegas, que alguien pensaba insuperable, algunos lo tenemos claro.

Pero esta nueva ilegalidad cometida por los okupas en un barrio del SE de Madrid es de las que superan todas las expectativas, no por su ataque a una propiedad ajena, sino por el agravante -sin excusas posibles- que tiene el acto.

La vivienda ocupada es un piso que una Asociación que trabaja en pro de la mejora de la calidad de vida de muchachos autistas tiene en un barrio del SE de Madrid. En este piso vivían durante el día un grupo de chavales autistas que debían organizar su vida en conjunto, y realizar los quehaceres propios de la misma entre todos: integrarse e interrelacionarse, ¡"casi ná"!

Pues esa es la vivienda que han ocupado unos individuos y que, a día de hoy, la justicia no ha devuelto a sus legítimos propietarios. ¿En qué nos hemos convertido?

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