El callejón del gato

Si a la OTAN

. Los que padecimos el aislamiento de España en la dictadura bien que notamos la diferencia

"Otan no, bases fuera" hoy es un slogan caduco. Tuvo su razón de ser si consideramos la situación de España, en relación con la OTAN, durante el franquismo. El gobierno de EEUU que había participado en la segunda guerra mundial con las fuerzas aliadas contra el fascismo, reconoció la dictadura franquista y a cambio, en los años cincuenta, se instalaron en territorio español cuatro bases estadounidenses. Era difícil que los españoles demócratas, recién estrenada la democracia, de la noche a la mañana, olvidaran la utilización de España por parte de los yankis con actitudes poco menos que colonialistas. La incorporación de España a la Alianza Atlántica en 1982 a iniciativa del gobierno del PP presidido por Calvo Sotelo, no fue aceptada por los partidos de izquierda. La situación de España con respecto a la OTAN era una asignatura pendiente cuando el PSOE ganó las elecciones, pero una vez en el poder, el gobierno de Felipe González, cambiando el criterio que, hasta entonces, había mantenido el partido, convocó un referéndum en el año 1986 apostando por la permanencia. Ganó el sí, y con la entrada en la Unión Europea, al día de hoy se puede decir que España está en el mundo libre de occidente que, en opinión de una gran mayoría de españoles, es donde le corresponde. No es extraño que todavía haya nostálgicos negacionistas que mantengan su posición de "OTAN NO, bases fuera". De cualquier cosa que florezca, siempre quedan algunos restos. Lo discutible es que mantengan ese inmovilismo personas que están en el gobierno con un argumento fantasioso e ingenuo. Por supuesto que sería deseable que la paz fuese un elemento natural y generalizado cuya vigencia no corriese ningún peligro. Y cierto es que Podemos surgió como un partido con pretensiones de "asaltar el cielo" que, de haber sido posible, significaría, entre otras glorias, vivir en un remanso de paz universal garantizado. Pero el propio Pablo Iglesias, siendo vicepresidente del Gobierno, pronto se percató de que lo de "asaltar el cielo", era una quimera inalcanzable y no tardó en tirar la toalla para volver a las tertulias, desde donde se puede predicar, reivindicando un mundo idílico, sin ningún compromiso. Sí a la OTAN significa apostar por una alianza defensiva. La celebración de la cumbre en Madrid ha demostrado la destacada posición de España en Europa y en el mundo libre. Los que padecimos el aislamiento de España en la dictadura bien que notamos la diferencia.

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