Obispo "lus ad rem"

Monseñor González Montes ha demostrado tener una extensa formación y claridad en el juicio moral

El viernes con la gélida borrasca "Filomena", tuvimos conocimiento por el propio prelado de la diócesis de Almería Adolfo González Montes, del anuncio de su sucesor, Monseñor Antonio Gómez Cantero, hasta ahora obispo de Teruel y Albarracín, el cual se incorporará en la Cuaresma como Obispo coadjutor, previa presentación de las letras apostólicas de su nombramiento al Obispo diocesano y al colegio de consultores, en presencia del canciller de la curia, que levantará acta, conforme a los cánones 403§3, 4 y 404§1 del Código de Derecho Canónico : Si parece más oportuno a la Santa Sede, puede ésta nombrar por propia iniciativa un Obispo coadjutor, dotado también de facultades especiales; el Obispo coadjutor tiene derecho de sucesión. Durante un tiempo, Monseñor Gómez Cantero, será Obispo "ius ad rem", del latín "res", cosa, que se originó en el Derecho Romano y se aplicaba en aquellos casos en que habiéndose adquirido una cosa, todavía no había sido entregada. Para favorecer el bien presente y futuro de la diócesis, el Obispo diocesano y el coadjutor de forma colegiada dirigirán el gobierno de la diócesis y se consultarán mutuamente en los asuntos de mayor importancia, ejerciendo sus funciones el Obispo coadjutor en unión de acción e intenciones con el Obispo de la diócesis, quien podrá celebrar pontificales y otras tareas que constituyan un cometido del Obispo diocesano o cuántas veces éste se lo requiera. Monseñor González Montes, un obispo que durante los años de episcopado ha demostrado tener una extensa e intensa formación profunda y claridad en el juicio moral acertado sobre cuestiones de actualidad que en cada momento han ido surgiendo. Bastaría acudir al sermón pronunciado en su cátedra el 26 de diciembre con motivo de la festividad litúrgica del Protomártir San Esteban y el Día del Pendón, en el que dio una auténtica magistral lección pastoral, impregnada con datos conceptuales que contextualizaban la realidad religiosa e histórica con las actuales circunstancias globalizadas nada halagüeñas para la cristiandad. Monseñor Gómez Cantero, sea bienvenido y bien hallado a esta mediterránea tierra del Varón Apostólico san Indalecio, deseándole con su carisma los mayores éxitos pastorales en el servicio a esta apostólica iglesia particular; y a Monseñor González Montes para que continúe con su sapiencia y sabiduría teológica, nutriéndonos con su verbo y acción espiritual en la misión evangelizadora del Señor resucitado. Paz y Bien.

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