Ojo! ocio nocturno

Comprendo que haya muchas personas a las que les entusiasme salir de noche, beber de noche, bailar de noche

C oNFIESO que nunca me atrajeron las fiestas o las juergas nocturnas. Aparte de alguna incursión cantando serenatas hace demasiados años o alguna ligera partida de cartas, de poco o de nada puedo alardear. Claro que tampoco he sido muy dado a otras fiestas más tempraneras. Será que soy soso (algo de eso dijo de sí mismo antes que yo otra persona de mucha más valía). Pero como no todos somos iguales, comprendo que haya muchas personas a las que les entusiasme salir de noche, beber de noche, bailar de noche. Supongo que de esas actividades está lleno lo que tanto se nombra en la actualidad: el ocio nocturno. Se ha convertido en el icono de la actualidad, en un auténtico protagonista. Hay una fuerte conexión entre "covid19" y "ocio nocturno". Si ahora aprieta el virus, en seguida sale a colación el tema de las juergas y de los botellones de la noche. Cuando dejan de subir los contagios lo primero que se reclama es la reapertura de discotecas y otros lugares porque están llevando a la ruina a muchos propietarios, destruyendo puestos de trabajo y, por si fuera poco, la falta de diversión y de esparcimiento está sembrando de tristeza y fatiga a tantos y tantos jóvenes que necesitan imperiosamente la fiesta, haciéndolos caer en depresión. Con esas razones por bandera empieza la relajación, la apertura de esos locales y como si hubiera una conexión causa-efecto suben los índices de los contagios. Parece ser una constante. Y ante esa constante, se empiezan a tomar decisiones de recoger velas, cerrar locales y, también, volver al toque de queda. Y aparte de los restaurantes, en seguida se habla de ese genérico ocio nocturno al que simplemente le recortan el tiempo, haciendo que la gente se retire a las dos en lugar de retirarse a las cuatro. Es como si la carta blanca otorgada hasta la una o hasta las dos no tuviera riesgos y a partir de entonces la situación súbitamente se agravara. Ya lo decía yo al principio: por ausencia, no sé qué es lo que pasa a partir de entonces. Pero cuando las autoridades parecen tener las cosas tan claras algo serio debe pasar. Y en seguida me viene a la mente aquella canción de los Brincos de cuando uno era joven: "es muy tarde para ti, amiga mía…pero tienes que volver porque ya empieza a anochecer". O aquella otra de Serrat: "Te levantarás despacio poco antes de que den las diez". ¿Pensarán lo mismo quienes ahora toman las decisiones?

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