Oportunidad perdida

En Almería vamos a ver retrasada la puesta en marcha de proyectos que son más necesarios que nunca

La provincia de Almería dio grandes pasos para mejorar su sanidad pública con el anterior Gobierno andaluz, con hechos como la reanudación de las obras del hospital Materno Infantil, la decisión de asumir la construcción del Hospital de Roquetas de Mar o la licitación de un nuevo edificio de consultas externas en Torrecárdenas. Estas actuaciones eran una oportunidad para sumar nuevos hospitales a los que ya estaban funcionando, ganando personal sanitario, camas y servicios.

Pues bien, hace más de dos años cambió el gobierno en Andalucía y Moreno Bonilla ha tirado estos proyectos y su planificación a la basura.

En 2019 se debería haber puesto en marcha el Materno Infantil y lo demoraron hasta 2020. Cuando lo hicieron, aprovecharon para cerrar el hospital el de Cruz Roja. Además, hemos vivido dos años en blanco para el hospital de Roquetas y el edificio de consultas externas.

Faltaron a la verdad en 2019, cuando dijeron que harían el hospital de Roquetas con colaboración público-privada. En septiembre de 2020 anunciaban que lo licitarían en días, dentro del plan Andalucía en Marcha. El pasado mes de enero, Moreno Bonilla retrasó la licitación a febrero de este año. Y finalmente, el consejero de Salud nos ha dicho que para septiembre espera poder licitarlo, con cargo a los fondos Next Generation negociados por el presidente del Gobierno de España.

En el caso del edificio de consultas externas de Torrecárdenas, también han mentido. Lo hicieron al anunciar que habían rescindido el contrato ya firmado, para ampliar el edificio y volver a licitarlo en 2020. Ahora, el propio consejero reconoce

que será posiblemente en septiembre de 2021 cuando vuelvan a licitarlo, con lo que hasta 2024 no estará operativo.

Todos estos cambalaches tienen como consecuencia que Almería, por decisión del Gobierno de Moreno Bonilla, ha perdido la oportunidad de ver incrementadas las camas, el personal sanitario y los servicios de su sanidad pública.

Otra de las consecuencias es que los almerienses vamos a ver retrasada la puesta en marcha de proyectos que son ahora más necesarios que nunca. De poder estar al servicio de los almerienses en esta Legislatura, hemos pasado a confirmar que hasta 2024, siendo optimistas, difícilmente van a estar en funcionamiento. Lo dicho, una pena.

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