El callejón del gato

Oposición irresponsable

Los partidos nacionalistas no dan un paso sin mirar de reojo a los fanáticos que se identifican con su bandera

Estamos viviendo una situación que supera las diferencias de los partidos con representación en el Congreso de los Diputados. El COVID-19 no distingue entre ideologías a la hora de propagar el virus, y utilizarlo para hacer políticas partidistas es una mezquindad. No parece que lo han entendido así la mayoría de los partidos de la oposición. Durante el estado de alarma la cuestión no era hacer causa común con el Gobierno para enfrentarse a una grave situación que nadie se esperaba, sino adoptar posturas de cara a la galería, para lo que siempre resulta más fácil despotricar contra el adversario, que hacerse valer aportando ideas propias. Oí no sé cuántas veces desde distintas voces de partidos en la oposición reprobar la declaración del estado de alarma, calificándolo de innecesario porque lo propio para combatir la epidemia era un plan B. Pero todavía estoy esperando que los defensores de ese plan B digan en qué consiste. Los partidos nacionalistas no dan un paso sin mirar de reojo a los fanáticos que se identifican con su bandera y procuran que cualquier decisión del estado, por mucho que les favoreciera, no contamine sus esencias. Pero lo más preocupante es oír las declaraciones del presidente de un partido con aspiración a gobernar, cada vez que se le pone un micrófono delante. Si el gobierno de Pedro Sánchez declara el estado de alarma asumiendo competencias conforme a lo establecido en la ley orgánica de 1981, el trabajo de Pablo Casado consiste en acusar a Pedro Sánchez de ser un presidente absolutista que controla todo el poder del estado, arrebatándole a las Comunidades Autónomas sus competencias. Y cuando una vez finalizado el estado de alarma decretado por el Gobierno, el Presidente se presta a colaborar con las comunidades autónomas que soliciten del Gobierno la declaración del estado de alarma, según lo previsto en el artículo quinto de dicha ley orgánica, le basta con acusar a Pedro Sánchez de dejación. El hombre no se quiebra la cabeza. Ignoro cuanto cobrará Pablo Casado por el trabajo que desempeña como presidente del Partido Popular y diputado en el Congreso, pero cualquiera que sea la cantidad, menudo chollo tiene el tío para el trabajo que desempeña. Lo que hace él lo haría yo que no tengo un máster ni aspiraciones a presidir el Gobierno del Estado. Tanto es así que cada vez que interviene ante los medios sé lo que nos va a decir antes de que abra la boca y les aseguro que nunca me equivoco.

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