El medio y el ambiente

¡Organización. organización!

Y para estar con los que no están pero siguen estando, tenemos la memoria y los sentimientos. ¡FELIZ NAVIDAD!

Afortunadamente llevo una temporada usando el modelo japonés del "just in time" y lo del "stock 0", con lo que voy terminando mis tareas el último día a última hora. Pero eso sí: ¡sin correr!, por dos razones. La primera porque no estoy yo para correr mucho y, la segunda, porque no se corre ni para cobrar. Recuerdo que en estas fechas próximas a la Navidad, se hablaba mucho de mantecados y polvorones y lotería de Navidad, y eran numerosas las juntas de propietarios de pozos de riego en el campo, y de las sociedades para cerrar cuentas y repartirse las penas o las alegrías.

Más modernamente en organismos varios se celebraban reuniones para hacer recuento de actividades, y más de una de ellas terminaba con un suculento almuerzo, amenizado con un baile en las mesas del comedor y hasta ahí puedo llegar, seguida de una posterior entrega de presentes a los asistentes, por parte del gerifalte, 5ª acepción, de turno. Ahora todo eso se ha visto modificado por razón de la puñetera pandemia, el maldito bicho y el gobierno: éste sin calificativos, no porque sea incalificable, si no porque no los merece, dicho en el buen sentido de la expresión.

Dadas las últimas ¿instrucciones? de los correspondientes y nunca bien valorados comités de expertos de las autoridades, ¡éstas han elaborado las normas de estos días!, y las familias andan "como gallinas sin cabeza" hablando de las cenas de Navidad, que si seis, que si diez, que si donde comen 10 comen once, que siempre sobra, que no se por qué siempre hacemos/preparamos/compramos tanta comida, que si quién nos cuenta, que si qué bien que así no viene mi cuñado, que así hay menos besugos en la mesa, no he dicho a la mesa, que si …

Pero "sin en cambio" que decía mi amigo Eli Sidro, nadie nombra al "chiquillo" que es el único que no puede faltar: ese humilde nacimiento que dio origen a esta Fiesta. No se nos olvide que la misma se celebra gracias a una tradición cristiana, no de otro tipo. Y aunque sea por ser fieles a su origen, debemos tener claro quién debe estar, quién no puede faltar, qué modo de celebración es el adecuado y para qué celebramos la efeméride.

Ya que es una efeméride que siempre se ha asociado con la alegría y con el estar juntos para celebrar el nacimiento de un zagal, 4ª acepción, podemos aprovechar todas las tecnologías que tenemos a nuestra disposición para estar con los que todavía están.

Y para estar con los que no están pero siguen estando, tenemos la memoria y los sentimientos. ¡FELIZ NAVIDAD!

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