Puede que las palomas sean protagonistas de algunas estampas idílicas, casi bucólicas, en plazas y parques de ciudades, incluida nuestra Almería, sobre todo en la Avda. Federico García Lorca, fachada del Colegio La Salle y mi paso obligado por la Plaza Santa Rita. Disfrutar de su despreocupada presencia a nuestro alrededor e incluso alimentarlas se ha convertido para muchos en algo habitual. Estamos hartos de ver a personas mayores y algún que otro mendigo que se convierten en "alimentadores oficiales de tan denostado animal".

Pero la realidad es que nos encontramos ante un tipo de ave asociada a la transmisión de varias enfermedades y constituye un riesgo relativo para la salud de quienes han pasado hasta ahora por alto su excesivo número.

Y es que no son pocas las localidades de la geografía española que deben hacer frente a un verdadero problema de sobrepoblación de palomas urbanas que, más allá de los problemas de limpieza o molestias que puedan causar sus excrementos y plumas, que ya es, pueden provocar problemas de salud. Por ello no es de extrañar que se deba de tomar conciencia de la coyuntura y se trate por diversos medios de controlar su número: desde el uso de piensos esterilizadores hasta su captura y el empleo de aves rapaces como elemento disuasorio. Es nuestro Ayuntamiento el único culpable de la masificación de "ese discutido símbolo de la paz" y el que debe de poner los medios para su captura y esterilización y por lo que veo no los pone.

Las enfermedades infecciosas que las palomas pueden transmitir a los humanos son consecuencia del contacto directo con éste ave o con sus excrementos y plumas, a través de virus, hongos y bacterias que causan alergias y dolencias respiratorias. También es necesario tener en cuenta que no estamos hablando de un riesgo demasiado evidente en muchos casos por lo que no hay que alarmar innecesariamente ya que las situaciones de contagio son muy específicas y, en ocasiones, poco probables, pero no olvidemos la contaminación y la suciedad acumulada en fachadas, monumentos, mobiliario urbano, etc. Aunque es cierto que cuanto mayor sea el número, más posibilidades hay de sufrir algún percance. Estas son algunas de las patologías más comunes que acompañan a las palomas: Criptococosis. Salmonelosis. Psitacosis o clamidiosis. Alveolitis alérgica (neumonitis). Histoplasmosis. Infórmese y después opine.

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