República de las Letras

Paquí pallá S.L

Todo vale en defensa de la unidad de España, de las esencias patrias, de nuestras tradiciones y de la bandera

Ya he escrito aquí que este es un país desgraciado, condenado a no poder disponer nunca de una alternativa de derecha o centro-derecha digna, solvente, honesta, dialogante y, sobre todo, democrática. Aquí, como hemos visto, la derecha, cuando está en el poder, nos roba, y cuando está en la oposición se vuelve montaraz y populista y propala entre los suyos el miedo. Es decir, se convierte en ultraderecha. Y he escrito también hasta qué extremos puede llegar eso. Todo empieza con unos pocos diputados y una manifestación callejera y puede terminar en el 36 o en Mauthausen. En un país con los antecedentes de España, con una dictadura fascista de casi cuarenta años en el pasado cercano, nunca hay que fiarse de hasta dónde puede llegar la extrema derecha. Este país se merece, a tenor del talante general de su gente, que es pacífica y no tiene ninguna gana de líos políticos, sino de que desde el poder se solucionen sus problemas, que para eso vota, este desgraciado país se merece, digo, una democracia en diálogo y cooperación, donde cada uno pueda expresarse libremente sin que por eso lo persigan y donde cada partido tenga perfecto derecho a intentar desarrollar su idea de cómo debe ser la estructura económica y política que a su juicio puede reportar mayor progreso a la sociedad. Pero no. La derecha política está dominada hoy día por extremistas que no permiten a los suyos razonar, sino que los embargan con el miedo. Y no hay derecho en el siglo XXI a vivir con miedo. Y mientras los suyos temen, ellos son títeres de un sistema injusto, montado sobre el consumo de la inmensa mayoría mantenida en los aledaños de la pobreza, un consumo que paga los dividendos de inversores, financieros y magnates, es decir, de los económicamente poderosos. Esa minoría sin nombre y sin rostro, pero con dientes de acero, despoja a la inmensa mayoría de derechos, de oportunidades de progreso y de futuro para sus hijos en nombre de un beneficio en dinero digital que sólo a ellos llega pero que todos financiamos. Esa es su verdadera España tras la España de los balcones y las banderas. Esa es la España de la actual derecha política. La misma España de PAQUÍ PALLÁ S.L., de la Gürtel, del saqueo de Marbella, de Bárcenas, de Rato, del Bigotes, del máster de Casado, etc. Porque todo vale en defensa de la unidad de España, de las esencias patrias, de nuestras tradiciones y de nuestra bandera.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios