La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El Parlamento 'DeLuxe'

¿Acaso no hay militantes del PP en la administración paralela? Arremetan contra los fuertes. Qué duros son con las espigas

El Parlamento de Andalucía vivió ayer un espectáculo poco edificante. El PP y Ciudadanos exigieron la comparecencia de Carmen Ibanco, esposa de Juan Espadas, como trabajadora de la Faffe. La entidad tuvo cerca de 1.500 trabajadores, ninguno de ellos por oposición, pero han llamado a la cónyuge del secretario general del PSOE andaluz. Se trataba en todo momento de dañar la imagen de Espadas poniendo en aprietos a su mujer. Ojo al proceso y a las formas. La representante socialista en esta comisión de investigación de la Faffe dijo una gran verdad, amén de aludir a un denostado documento: "Usted está aquí por el Libro de Familia". No había otra razón. Uno sabe que en política ocurren estas cosas, sobre todo en la crispada y empozoñada política de hoy en la que no se atisba un solo heredero de Castelar y Cánovas del Castillo. Sí, Espadas era viceconsejero de Medio Ambiente cuando su mujer fue contratada a dedo en la Faffe. No había otra forma de contratar a nadie. ¿Acaso no hay militantes del PP en la denominada administración paralela de la Junta creada en los 37 años de gobierno socialista? Claro que los hay. Arremetan pues contra los creadores de la Faffe, contra quienes estipularon las condiciones de contratación y contra el presidente que decretó aquel funcionariazo por el que todos esos trabajadores pasaron a ser absorbidos por la Junta. ¿Recuerdan las manifestaciones de los sindicatos? Qué dura con las espigas la portavoz Teresa Pardo, colocada en el puesto por su docilidad ante un político mediocre como Marín, que apoyó tantos años al PSOE y que tiene un lenguaje impropio de un vicepresidente de la Junta ("No somos tan idiotas como para convocar elecciones"). A veces le falta un escupitajo al firme de serrín y un palillo escobillado en la boca. En el PP hubo hasta un concejal de Sevilla que arremetió contra la mujer de Espadas, cuando él mismo colocó a afines en los distritos cuando el gobierno de los 20 concejales de 2011 a 2015. Han utilizado el Parlamento sin estilo alguno una vez más... y no, no se trata de que haya privilegios ni tratos especiales a ningún dirigente ni a sus respectivos cónyuges o parejas. Se trata de que hay 1.500 empleados en las mismas condiciones y han obligado a un show a una señora por ser la mujer de, una trabajadora que ni tiene poderes especiales atribuidos, ni ha promocionado en tantos años que lleva en el empleo y que logró el puesto como todos los demás. ¿De verdad está para eso la sede del Parlamento? Una comisión de Mortadelo y Filemón no ha podido caer más bajo. Política Deluxe. Prefiero que salga la rata otra vez. Lo de ayer fue innecesario.

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