Partido Popular

Es muy importante que un partido con vocación y acción de Gobierno, haya establecido claramente sus valores

Cuando lean este artículo, habrán pasado 24 horas desde la finalización del 18 Congreso Nacional del PP, en el que se habrán definido las líneas maestras del partido del Gobierno en los próximos años. En este sentido, esperamos y deseamos, que haya quedado muy claro en sus postulados, algunos están incardinados en el propio metabolismo fundacional de esta formación con los "siete magníficos", el defender el derecho a la vida del no nacido, el reconocimiento del derecho de los padres a educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones, en especial en el ámbito de la educación afectiva y considerar como genocidio los actos cometidos por el Estado Islámico contra las minorías religiosas, cristianas, yazidis, etc., en Irak, Siria y las zonas donde este grupo yhijadista actúa.

Consideramos muy importante que un partido con vocación y acción de Gobierno, como es el Partido Popular, haya establecido claramente sus valores y prioridades y los refuerce mediante el debate en los próximos congresos regionales y locales que se celebraran. Sobre todo ante el actual escenario, donde el resto de partidos con representación parlamentaria se definen claramente con otras consignas antagónicas.

Una sociedad democrática como la nuestra, basada en un Estado de Derecho con un marco constitucional que protege a toda la sociedad civil de desvíos y desvaríos de carácter político parcial o minoritario, es inadmisible considerar un derecho la eliminación de la vida del no nacido. Que el derecho de los que somos padres es a educar a nuestros hijos e hijas según nuestras convicciones y creencias, no pudiendo ser usurpado por las administraciones públicas para imponer la uniformidad de pensamiento. Y por otro lado, instar a la Corte Penal Internacional a investigar y castigar el genocidio perpetrado por el Estado Islámico que debería ser un imperativo moral para un gobierno Occidental como el de España.

Este señero y vetusto país de diversificación cultural, necesita reforzar de forma fehaciente, notoria y pública una opción política liberal-conservadora que represente sin complejos a un amplio espectro de la ciudadanía y que plante cara a quienes amenazan nuestras libertades desde el sectarismo, el totalitarismo ideológico o la simple y llana ignorancia, con especial referencia a tener en cuenta tolerancia cero frente a la corrupción y violencia de género, y la adopción de medidas de regeneración democrática.

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