Escenario: el Paseo de Almería a media mañana de un día laborable, con la habitual afluencia numerosa de peatones y de coches. Escena: un coche espera en la calle de Navarro Rodrigo a que se abra el semáforo que da acceso al carril único del Paseo; se pone verde el artefacto y el conductor (o conductora, no le vemos la cara) mete la primera y arranca el vehículo; en ese momento, un patinete eléctrico sube por el nuevo carril peatonal del Paseo y se cruza en la trayectoria del auto, que pega un frenazo y se queda medio atravesado en el paso de peatones. El conductor toca el claxon y saca la cabeza por la ventanilla (ahora vemos que es un varón) increpando al imbécil (un varón de treinta y tantos años) que sigue veloz Paseo arriba, muerto de risa el muy gilipollas, esquivando a un par de peatones que pensaban que estaban a salvo en el carril municipal que dicen que les está reservado.

No sabemos si se ha aprobado ya la nueva norma de circulación para patinetes y similares, pero el caso es que estos bichos eléctricos campan por sus respetos (igual que muchos ciclistas), circulando por calles peatonales, aceras, pasos de peatones…y, por supuesto, sin respetar direcciones prohibidas, semáforos ni cualquier otra norma que coarte su sacrosanta libertad. En el caso que comentamos, el fulano motorizado se saltó todas las normas habidas y por haber desde hace décadas: iba por un carril peatonal, en sentido contrario y se saltó el semáforo rojo. Casos similares nos cuentan a diario los taxistas que ahora frecuentamos, que dicen que han estado a pique de llevarse por delante a algún patinetero. El otro día hubo una muerte en Cataluña: un patinetista atropelló y mató a una mujer de 78 años en un paso de peatones. Es la tercera víctima en Cataluña, que nosotros sepamos. No sabemos si allí hay más libertades o más libertinajes que en el resto del país, perdón, del "estado". Esto de las libertades personales, algunos se las toman de una forma muy peculiar: pruebe usted a decirle a un dueño de perro paseante que le ponga el bozal y la correa para circular entre personas…,¡no veas la que te lía!

Volviendo a los patinetes, nótese que son eléctricos, o sea, que eso de ser más ecológico y hacer ejercicio y demás modernidades no se ve por parte alguna. Eso sí, les disputan el territorio a las terrazas, con lo que a los peatones y paseantes nos dan por todos lados. Se ve que somos pocos.

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