Opinión

Paola laynez

Pendientes de los más vulnerables

Conocer las necesidades que van teniendo las asociaciones del Tercer Sector de Almería, ponerlas en común y buscar puntos de apoyo para que las terapias, los programas y las propuestas de los colectivos que trabajan para ayudar a lo más vulnerables salgan adelante es una de las finalidades de los encuentros periódicos entre el Ayuntamiento de la capital y estos colectivos sociales.

En el último de ellos, celebrado telemáticamente hace apenas unos días, cada una de las casi treinta asociaciones participantes ha explicado su situación actual, expuesto las iniciativas que, frente a la pandemia de la COVID-19, aplican para continuar con el apoyo a familias y los usuarios (enfermos o personas con capacidades diferentes) y planteado posibles soluciones a problemas puntuales, sobrevenidos durante la pandemia, o estructurales.

Desde el minuto uno, el Equipo de Gobierno con el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, a la cabeza, está volcado con el Tercer Sector y se ha procurado tejer una red de soluciones e iniciativas dirigidas a que estas entidades sin ánimo de lucro puedan seguir garantizando ayuda a unas personas que ahora mismo son más vulnerables aún.

La reducción de la brecha digital entre personas con discapacidad, la revolución tecnológica en la que está inmerso el Tercer Sector y una apuesta clara por el empleo inclusivo desde la administración pública son algunos de los asuntos que hemos abordado en la última de las reuniones mantenidas.

Estar cerca de las asociaciones, conocer más sobre ellas y escuchar sus propuestas es la mejor manera de poder ayudarlas con el objetivo de hacer de la ciudad de Almería una capital cien por cien inclusiva, que es uno de los grandes pilares sobre los que se asienta la gestión de los asuntos municipales, convencidos como estamos de que las administraciones públicas no sólo tienen que ayudar a quienes más lo necesitan, sino también a quienes ayudan a los demás ciudadanos.

Más en esta situación tan crítica que nos está dejando bien a las claras que la discapacidad no se difumina con la crisis sanitaria y económica de la COVID-19, sino que, al contrario, suscita muchas más atenciones y servicios públicos, lo que nos obliga a estar mucho más atentos.

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