El callejón del gato

Pensiones dignas

Tampoco estaría mal revisar la cantidad de organismos inútiles con cargo al presupuesto del Estado

Miles de pensionistas han salido a la calle para reivindicar el derecho a percibir unas pensiones dignas. Cuanto menos, una subida paralela al incremento del coste de la vida. La respuesta del Mariano Rajoy, como si se tratara de un fenómeno atmosférico imposible de combatir, es tildar de populistas a quienes consideran que habría que prestar atención a la protesta de los jubilados, reconocer la razón que les asiste y encontrar la manera de mantener un sistema público de pensiones estimable. Como si tratar de hallar la fórmula para mejorar las pensiones fuera una misión imposible. Como si no hubiera otra manera de hacer política que la que ejerce el Partido Popular. Dos son las fuentes de las que hay que abastecer el pago de las pensiones: la propia caja de las pensiones y los presupuestos generales del Estado. No es misión de un simple ciudadano, que carece de datos y de la formación precisa, dar lecciones al respecto, pero se me antoja que con la lay laboral vigente la protección del trabajador está bajo mínimos, proliferan los contratos basura, hay empresas que en lugar de contar con una plantilla de trabajadores cualificados remunerados con arreglo a su categoría profesional, utilizan el servicio de falsos autónomos con retribuciones de miseria y obligados a darse de alta en la Seguridad Social. A estas situaciones que repercuten negativamente en la recaudación de cuotas en la Tesorería de la SS, habría que añadir esa recomendación perniciosa del Gobierno para que, quien pueda permitírselo, suscriba con el banco un plan de pensiones privado. Esta recomendación invita a la desconfianza en el sistema público de pensiones y muchos profesionales que cotizarían generosamente para cobrar una buena pensión del Estado el día de mañana, se lo piensan y cotizan por lo mínimo establecido. Las leyes se pueden cambiar y una ley laboral que mejore la situación de los trabajadores, incrementaría la recaudación procedente de las cuotas. Con respecto a la otra fuente, es una cuestión de establecer prioridades en el capítulo de gastos en la Ley de Presupuestos Generales del Estado y anteponer el incremento de las pensiones, al rescate de las autovías que han resultado ruinosas a las empresas que se metieron en esa aventura, por poner un ejemplo que me parece escandaloso. Tampoco estaría mal revisar la cantidad de organismos inútiles con cargo al presupuesto del Estado. Son apreciaciones que se perciben a simple vista.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios