Pictorialismo fotográfico

La fotografía parece necesita de emular a la pintura inmediatamente anterior

Me contaba Pérez Siquier que de vez en cuando alguien le solía parar por la calle para decirle: "Hemos estado en Olula y hemos visto unas pinturas suyas de la Chanca preciosas; están tan bien hechas que parecen fotografías". La anécdota jocosa me ha llevado a pensar sobre la relación íntima entre la pintura y la fotografía desde que surgió esta última. Y llego a la conclusión, viendo lo que han hecho unos y otros, que la fotografía parece necesitada de emular a la pintura inmediatamente anterior, cronológicamente hablando. Debe de ser la respuesta lógica al deseo de auparse, en valoración social, al arte pictórico consolidado de occidente. Tras surgir la técnica fotográfica, los primeros retratistas con conciencia de autor imitaban el lenguaje estético de la pintura académica decimonónica; esta tendencia fue bautizada con el apelativo de pictorialismo fotográfico. Por su parte, los pintores más avispados de finales del XIX supieron ver pronto las posibilidades emanadas de la fotografía como instantánea; encuadres de la imagen nunca vistos -que ofrecían unas posibilidades fascinantes desde el punto de vista compositivo e incluso narrativo- y una dimensión sobre el movimiento de los cuerpos radicalmente nueva. Degas y Sorolla -por poner dos ejemplos sobresalientes- estudiaron profundamente los recursos del nuevo medio y los aplicaron a sus imágenes. El pictorialismo se prolongó en España hasta los cincuenta del pasado siglo; a finales de la década, AFAL se encargó de sepultarlo reivindicando la autonomía estética de la fotografía como arte propio, con su peculiar forma de mirar y contar la vida. Una apuesta decisiva por la instantánea -defendida antes por otros pioneros como Cartier Bresson- cuyos resultados en imágenes se parecen mucho a las propuestas más innovadoras de una parte del Impresionismo y Naturalismo pictórico de entresiglos, de unos sesenta años antes. Pero no queda ahí la cosa. Agotado el "instante decisivo", a partir de los setenta, los fotógrafos miraron a las vanguardias pictóricas de la abstracción, el surrealismo, el pop o el informalismo de varias décadas antes, generando un pictorialismo fotográfico de nuevo cuño. Muchos fotógrafos actuales han de explicarse en este deseo de emulación. Y quedaría todavía hablar de los pintores que usan la fotografía como medio independiente de su obra o los que la emplean como herramienta... lo que sobrepasaría la extensión de esta frugal columna.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios