Libertad Quijotesca

Pingurucho y libertad

El Pingurucho simboliza un legado vital para el día a día de nuestras vidas: libertad, solidaridad y dignidad

Esta semana los almerienses trágicamente sufrimos nuevamente confirmación, de la arbitrariedad y profundo analfabetismo funcional, del que sin rubor alguno alardean los ediles curules que tienen la transitoria responsabilidad de gobernar nuestro ayuntamiento. Claro que tal y como se concibe el ejercicio de la política en España, su actuación no aporta originalidad alguna. Los pecuniarios y caciquiles intereses, muy particulares y privados, que les mueven a imponernos arrasar con los bienes públicos y patrimoniales que alberga nuestra Plaza Vieja, Plaza de la Constitución, nuestra Ágora, nuestro Foro: constituyen, nada más y nada menos, que una intención perversa que perjudica al interés y bienestar general de los ciudadanos que ampara el Estado de Derecho. Flagrante manipulación de las normas que rigen nuestra Democracia. La edil responsable de estos desmanes urbanísticos y patrimoniales, y portavoz de este arrogante patriciado, nos flagela sin descanso con los dogmas "hemos ganado las elecciones en las urnas" o "toda oposición a nuestras pretensiones se emplea con fines de manipulación política". Cuando ejercemos nuestro derecho y responsabilidad de votar, nunca estamos otorgando privilegios de pernada a los representantes públicos, para que dispongan a su antojo de nuestras vidas y haciendas. Esto, por supuesto, incluye nuestra Historia y el patrimonio material y cívico que nos ha legado. Los árboles centenarios y el monumento a Los Mártires de la Libertad que ejemplarmente defendieron la primera Constitución Española, Cádiz 1812, que nos liberó de las cadenas del vasallaje otorgándonos la responsabilidad y libertad de nuestra ciudadanía, representan los valiosísimos méritos civiles que nos legaron nuestros antepasados y que nos cohesionan como individuos y como sociedad. Evidencian nuestros curules una preferencia interesada hacia las acciones de personajes infames como por ejemplo: Godoy. No se engañen sus excelencias, no van a obtener un principado en el Algarve ni tampoco en la Plaza Vieja. Con estupor vemos como han trasladado la oficina de turismo al local del Paseo que se empleo durante 2019 para Almería Gastronómica, y por el que los ciudadanos tenemos que pagar alquiler. Están desocupando los locales de la Plaza para sus ocurrencias mercantiles. Atiendan las necesidades patentes de los ciudadanos. No malgasten los recursos.

Sumario: El Pingurucho simboliza un legado vital para el día a día de nuestras vidas: libertad, solidaridad y dignidad.

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