La tapia del manicomio

Plaza Vieja y dura

No ha sido la única plaza despojada de smbras y acogimiento, siguiendo las enseñanzas de Alvar Aalto

Campo Baeza hizo su proyecto fin de carrera de Arquitectura, desarbolando la plaza de la Catedral de Almería. Lo presentó a concurso en Almería en 1978 y ganó, pero a los que mandaban entonces se ve que no los convenció aquello de cambiar árboles de sombra y flores por palmeras, tan altas que no dan sombra ni a un palmo cuadrado, con suelo liso y duro, y con sillas sueltas en vez de bancos. Se ve que nos tomó por africanos. Igual que la arquitecta que, años después, propuso montar un zoco moruno en plena Puerta Purchena modernista. En este caso, fue la ciudadanía (cosa insólita en Almería) la que se cargó la absurda propuesta y no parece que se vaya a retomar tan peregrina idea. Peor suerte tuvimos con el desierto proyectado por Campo Baeza, que fue recuperado a finales del siglo pasado por nuestros cosmopolitas ediles. Lamentablemente no ha sido la única plaza que ha sido despejada (despojada) de sombras y acogimiento, siguiendo las enseñanzas de Alvar Aalto y otros ínclitos nórdicos ávidos de sol y hostiles a suelos húmedos. Odios que se explican por el clima que sufren en su tierra, con escasos minutos de sol al año, lluvias constantes, nieblas y mantos blancos. Blancos de nieve, que aquí los tenemos blancos de sol y cal, como buenos mediterráneos. Ahora le toca el turno a la Plaza Vieja. Según el proyecto que hemos visto en los papeles, desparecen casi todos los manzanillos como ya desaparecieron las araucarias. La idea -siguen en las mismas- es "despejar" espacios para el "disfrute ciudadano". Se ve que la sombra, el asiento bajo ella y los efluvios de las flores son altamente perniciosos para el ciudadano. A ver si pasa de una vez la moda "plaza-dura-despojada", que tiene ya más de treinta años, y se impone la nueva modernez, que parece que es la de toda la vida: se trazan ejes de accesibilidad, se colocan árboles que den sombra y bancos para que se sienten los paseantes. Este sistema lo aplicó, por ejemplo, el grupo "Paisaje Transversal" en algún barrio de Madrid, hace diez años, con excelente aceptación. No sabemos si es ya tendencia mundial, aunque la idea -y otras alternativas- parece que interesa en donde la gente piensa, dado el futuro que nos espera en un planeta cada vez más poblado y con tendencia a ocupar ciudades y abandonar el campo. A ver si a esta moda llegamos a tiempo y no seguimos desarbolando y despojando nuestro seco hábitat.

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