Poción mágica

El gazpacho de tomate es un superalimento. Ya lo sospechábamos y ahora la ciencia lo afirma

El gazpacho de tomate es un superalimento. Ya lo sospechábamos y ahora la ciencia lo afirma. Un equipo de científicos de las universidades de Almería y Granada ha publicado en la revista "Food Research International" una investigación que demuestra que el gazpacho detiene el crecimiento de las células tumorales, e incluso que puede llegar a inducir la muerte celular programada, es decir, que los tumores pueden "suicidarse". He puesto al principio "gazpacho de tomate" aunque el estudio dice solo gazpacho, porque hay muchos que no llevan tomate; de hecho, los más antiguos no lo llevaban, como el de ajoblanco, el de cilantro, el de pepino, etcétera. El tomate se incorporó al gazpacho hace menos de doscientos años, mientras que tenemos recetas de gazpachos del siglo XVI y posiblemente sean anteriores. El gazpacho que han estudiado nuestros investigadores lo lleva y en buena proporción: 385 gramos de tomate, 58 de pepino, 3 de pimiento, 2 de ajo; aceite de oliva virgen extra y agua en la proporción (en volumen) de 3,3 % cada uno, y 0,16 % de vinagre. Y no vale quitarle el ajo o el pepino, porque los beneficios demostrados son de tomarlo todo junto y recién hecho. Insisten en que la mezcla de todos los ingredientes tiene una actividad antitumoral mayor que su consumo por separado. Por ejemplo, aunque el ajo y el AOVE tienen efectos antitumorales, se necesitarían cantidades muy elevadas para producir los mismos efectos que con esta dosis de gazpacho. Es una fórmula mágica, casi a la altura de la famosa poción de Panorámix, el druida del poblado de Astérix. Y es que esto de los alimentos, la digestión y la nutrición es muy complejo porque, como decía el profesor Mataix, cada alimento consta de múltiples elementos (el ajo tiene 102), interactúan con los otros que se comen juntos y luego vienen la saliva y los jugos gástricos de cada quisque a terminar de liar la cosa. Todo esto se ha tenido en cuenta en el citado estudio mediante comprobación en los distintos pasos de la digestión: boca, estómago y tránsito intestinal. También insisten en que es mejor tomarlo recién hecho que comprarlo envasado, porque el de conserva es pasteurizado y con el calor mueren los bichos malos, pero también los buenos. Así que, ánimo, deje veinte minutos el móvil y ponga las verduras frescas en la batidora. Su salud se lo agradecerá. Y su paladar.

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