Política paternalista

Lo peor de todo es que nos responsabilizan los gurús políticos de cualquier aspecto negativo que suceda

Cada día, con mayor abundamiento social, estamos asistiendo a una creciente frecuencia de episodios de bullying político, de acoso permanente al ciudadano a pie de calle con mensajes más o menos directos, con el propósito de que nos mentalicemos de nuestras limitaciones para regir nuestros propios destinos, para solucionar incluso las cuestiones más básicas.

Lo peor de todo, es que nos responsabilizan los gurús políticos de cualquier aspecto negativo que suceda o pueda acontecer en la sociedad, haciéndonos sentir como indigentes mentales.

Parece que este tipo de paternalismo político era solo de regímenes totalitarios, en estos últimos tiempos los de corte neo marxistas, pero no, cada día se da más y con mucha intensidad en los llamados países democráticos del neurocapitalismo, machacándonos día sí, día también y a pie juntillas con nepotismo que, sin sus sapientes consejos con variopintas mascarillas, nuestras vidas estarían abocadas al abismo y deriva terrenal, por lo que con exhortaciones nimias y diarias nos hacen creer, con el dinero de todos, que ellos y ellas son los únicos garantes de nuestra salud, seguridad y bienestar.

Al menos, se garantizan "sine die", sin movimientos en el escalafón, no solo unos excelentes salarios, sino, incluso, garantizándose un apartado en el Wikipedia realizado por seudo intelectual, que a buen seguro, nadie leerá, porque todos están hechos con el mismo patrón literario.

La verdadera libertad democrática consiste en no aceptar imposiciones ni proselitismos sociales, ideológicos o políticos, para que cada uno de nosotros hagamos o dejemos de hacer, tras un análisis y valoración personal, lo que consideremos lo que realmente deseamos según nuestras inclinaciones y preferencias, según nuestro propio convencimiento, sin falsos paternalismos, sin necesidad de tener que aparentar lo que no somos, ni disimular lo que sí somos.

Un mínimo de respeto gubernamental, ya está bien de trucos de magia, de tantas entelequias y falacias en la gestión pública, de tantos ridículos y patrañas, de mentiras compulsivas y terapéuticas para conseguir una cautiva papeleta en las urnas para perpetuarse los cabecillas sin oficio ni beneficio en el trono, acabando con cualquier tipo de disidencia interna y externa y lograr la complacencia, no solo de los afiliados y socios, sino del conjunto de la sociedad, a la que consideran entre bastidores y tramoyas que somos sus súbditos. Paz y Bien.

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