Populismo y demagogia

¿Es el populismo demagogia? Las preguntas retóricas no manifiestan duda, sino que indirectamente expresan

Seguramente la Academia Sueca habrá deliberado, para otorgar el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan, bastante más que la Fundación del Español Urgente para destacar, como palabra del año, el término "populismo". Difícil es colegir, no ya por el hermetismo sino con razones a propósito, la decisión de la Academia Sueca, que no debería ignorar un efecto de sus fallos -tómense estos últimos en su doble naturaleza: la de pronunciarse y decidir, pero también esa otra de falta, deficiencia o error-: el efecto, se decía, de mermar la entidad del premio y de hacerlo menos atractivo para quienes, con merecimientos más solventes y crecidos, prefirieran no compartir elenco con algunos de los galardonados. Se ha referido el Nobel de Literatura y tres cuartos de lo mismo para el de la Paz, como si en materias menos científicas cupiera una discrecionalidad igualmente menos técnica. Pero, a lo que íbamos, la Fundación del Español Urgente (Fundéu), aunque tuvo más de una decena de palabras en lista, considera que populismo es la palabra del año y le otorga renombre. Dice la Academia (la Real Academia Española, no la Academia Sueca), en su Diccionario, que populismo, en su primera acepción, equivale a popularismo; esto es, la tendencia o afición a lo popular en formas de vida, arte, literatura, etc. Mientras que reserva la segunda acepción para denotar la tendencia política que pretende atraerse a las clases populares; si bien, advierte de su uso en sentido despectivo. Este último significado es el que otorga la distinción como palabra del año a populismo; sobre todo, como advierte la Fundéu, por el proceso que algunos especialistas llaman "relexicalización" y que puede asimilarse aquí a atribuir y subrayar las connotaciones negativas de una palabra. Así las cosas, muchas veces ayuda a comprender el sentido de los términos buscar o consultar palabras sinónimas, con el mismo o muy parecido significado. De la mano del Diccionario, demagogia es, en primera definición, una práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular. Y en segunda acepción: degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder. Luego, ¿es el populismo demagogia? Las preguntas retóricas, en fin, no manifiestan duda ni esperan respuesta, sino que indirectamente expresan.

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