Presupuestos de la ineficacia

Es un insulto a los 20.000 parados de Almería que el PP no ponga en marcha un plan de empleo municipal

Los presupuestos que el alcalde de Almería ha presentado a la ciudadanía, después del circo montado con C's, son malos por partida doble, pues no responden a las necesidades que tiene los almerienses y llegan para no cumplirse. Tenemos nuestras razones para asegurarlo: si en 2016, dejaron sin gastar 26,6 millones presupuestados, por la incapacidad e ineficacia del alcalde y sus concejales del PP, ahora, en el avance de la liquidación del presupuesto de 2017 vemos que, de los 33 millones para inversiones, 24 se han dejado también sin gastar.

De nada vale que anuncien un aumento en las inversiones, cuando repiten actuaciones que tendrían que haber ejecutado en 2017. El alcalde prometió 700.000 euros para un plan de reforma integral del barrio de Oliveros, que no es el que peor está, y no lo ha hecho; 300.000 euros para la avenida Cabo de Gata y El Zapillo y no se ha gastado un euro; 850.000 euros para Nueva Andalucía, de los que no se han invertido ni 95.000... y así un largo etcétera. Los dos acuerdos alcanzados por PP y C's para que las cuentas salieran adelante en 2016 y 2017 han sido papel mojado. De las 89 medidas pactadas, 70 siguen sin cumplirse, así que es difícil creer ya en la palabra de este alcalde, volcado en tragar lo intragable. Un mariposario, patinetes para policías, 15.000 euros para flores y muchos estudios sin concreción alguna, coronan las cuentas de la ineficacia de este alcalde que carece de un modelo de ciudad, alejadas de la cohesión social y entre barrios, la creación de empleo, el apoyo a los sectores productivos almerienses y la igualdad de oportunidades, que defendemos los socialistas. Es un insulto a los 20.000 desempleados de Almería que el PP no ponga en marcha un plan de empleo municipal y consigne sólo 50.000 euros a la promoción de empleo directa dentro de un presupuesto de 192 millones. Que consideren caridad las políticas sociales y se nieguen a alcanzar los estándares de calidad, al menos, con 100 euros por habitante al año, es inadmisible en una ciudad en la que 4 de cada 10 habitantes está en riesgo de exclusión social. Que las opiniones de la ciudadanía sigan sin canalizarse, que no se aplique una fiscalidad justa y progresiva o que la igualdad quede relegada a poco más que la celebración del Día de la Mujer, nos han llevado a los concejales socialistas a votar en contra de estas cuentas y a hacerlo más convencidos que nunca.

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