Propina mínima interprofesional

Ayuso podría promover un acuerdo entre el sector de la hosteleria y la patronal de los consumidores

Si no fuera porque casi todos los días, poco antes de la Navidad, han sido 'históricos', incluso con 'golpes de Estado', según nos dijeron algunos, la campaña de la Comunidad de Madrid para pedir a los ciudadanos que dejaran propina en bares y restaurantes habría tenido mucha más repercusión. El vídeo era impagable (bueno, no, de hecho lo pagaron los ciudadanos con sus impuestos), quiero decir alucinante, aunque esta palabra está ya tan gastada que ha perdido su verdadero significado, habría que decir 'ayusinante', vocablo que, al ritmo que la presidenta madrileña va soltando paridas, la RAE tendrá que aprobar pronto. "Son las propinas las que hacen posibles esos pequeños sueños de quienes nos atienden cada día", decía el flipante spot. Gracias a las propinas, los trabajadores de la hostelería pueden hacer un regalo de cumpleaños a sus parejas, y sus hijos pueden estudiar piano, perfeccionar el inglés… ¡Madre mía! No se sabe quién está perdiendo más la cabeza, si los que se atreven a soltar campañas como ésta, o quienes los votan. Tal vez la cosa esté 'fifty fifty'. Lo próximo puede ser que esta mujer promueva una negociación entre el sector de la hostelería y la patronal de los consumidores para la firma de la PMI (Propina Mínima Interprofesional), en la Comunidad de Madrid. Con una PMI del 10 por ciento del importe de cada consumición, que se incrementaría anualmente según el IPC, esos "pequeños sueños" de muchos camareros podrían cumplirse: llegar a fin de mes, por ejemplo. ¿Y esta misma política económica no se podría aplicar al sector sanitario, para que médicos y enfermeras no emigraran a otros países donde están más considerados y mejor pagados? Pues va a ser que no porque, al menos en la comunidad madrileña, los sanitarios de la Atención Primaria son todos unos comunistas y no tienen derecho a propinas. Aunque si en lugar de hacer huelgas trabajaran más (a minuto y medio por paciente), la cosa se estudiaría. "¿Que me van a atender en minuto y medio y encima voy a tener que dejar propina?". Bueno, piense que eso es mejor que nada, que es lo que pasa cuando en el centro de salud no hay médico… Ahí en el mostrador está el bote… "¡Ni un céntimo dejo yo!".

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